Principio que obliga a las entidades a adoptar las medidas razonables para que las órdenes de los clientes se ejecuten en las mejores condiciones posibles.
Origen: CNMV
Principio que obliga a las entidades a adoptar las medidas razonables para que las órdenes de los clientes se ejecuten en las mejores condiciones posibles.
Origen: CNMV