Ecuador continuó movilizando el viernes a los militares para atender la emergencia causada por las lluvias más mortíferas de la última década, que hasta ahora dejaron 16 muertos, unos 265.000 evacuados y vastas zonas anegadas, mientras aguarda la llegada de ayuda internacional.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo que además de ese balance de víctimas se han inundado 105.000 hectáreas de cultivos, incluidas 16.000 hectáreas de arroz.
Los estragos causados lo convierten en el invierno más devastador de la última década, según la Defensa Civil que inicialmente reportó a la AFP doce muertos, un desaparecido, 64.000 afectados, evacuados y damnificados y unas 81.600 hectáreas de cultivos dañadas.
"Se ha multiplicado la presencia militar y policial en la zona en función de rescatar a las personas que sufren las tragedias de las inundaciones", afirmó el ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea.
Desde el fin de semana los aguaceros se han intensificado a niveles récord inundando extensas zonas de la costa y la sierra ecuatoriana, donde se llevan a cabo operativos con helicópteros para rescatar a familias que quedaron a la deriva de los caudalosos ríos.
Correa decretó el miércoles la emergencia en todo el territorio y ordenó la movilización de las Fuerzas Armadas y requisiciones, al tiempo que el gobierno pidió cooperación internacional.
En ese marco Estados Unidos concedió unos 500.000 dólares en asistencia, mientras que personal de la división de mantenimiento de botes del Ejército brindará respaldo en operaciones de rescate.
Entretanto, la Corporación Andina de Fomento (CAF, organismo económico de la Comunidad Andina de Naciones) donó 150.000 dólares.
El mandatario dijo a su vez que el gobierno de Venezuela concederá tres millones de dólares para enfrentar la emergencia nacional.
Unos 4.200 militares y policías han sido desplegados en los puntos críticos de la costa, donde la crisis es mayor debido a la falta de represas, según Larrea.
"Tampoco tenemos albergues construidos, hemos improvisado albergues en coliseos, escuelas y colegios", indicó el ministro subrayando que el país no estaba preparado para un fenómeno de estas dimensiones.
Las provincias costeras de Esmeraldas, Guayas, El Oro, Manabí y Los Ríos soportan los peores estragos, según las autoridades, que realizan constantes sobrevuelos para determinar las áreas donde debe movilizarse la ayuda.
El miércoles Argentina entregó 17 toneladas de medicamentos, frazadas y carpas destinadas a los afectados por la reciente erupción del volcán Tungurahua, pero dada la emergencia debieron ser distribuidas entre los damnificados por las lluvias.
Por su parte, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología previó que las lluvias podrían extenderse por los siguientes cinco días.
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