
Los caminos de la crisis son inescrutables y aunque está claro que son pocos los que se van a librar de algún que otro correctivo, sigue sorprendiendo el alcance y la repercusión de la misma. Los últimos en dar la voz de alarma por los efectos de la coyuntura económica han sido los recuperadores de papel y cartón para su reciclaje en España, que en sólo un mes han visto desplomarse los precios de venta hasta un 50 por ciento.
Si ya en el primer trimestre se notaba cierta debilidad en la demanda, nadie podía esperar que el varapalo fuese tan enérgico, y menos aún cuando en nuestro país la tasa de recogida de papel y cartón se sitúa en el 68,9 por ciento, casi tres décimas por encima de los objetivos marcados por la Unión Europea para 2010.
Desciende la importación del papel reciclado
Pero ahora de nada sirve recoger para reciclar si los principales compradores de este papel, entre los que se cuentan empresas chinas e indias, están rebajando la importación como consecuencia de una demanda a la baja. De hecho, los precios se han reducido a la mitad en poco más de un mes, estableciéndose en niveles similares a los de hace 15 años. Pero todo apunta a que en los próximos meses se alcanzarán mínimos históricos.
"En general toda la cadena del sector papelero y de reciclaje está acusando la caída de la demanda. Ejemplo de ello es el Expediente de Regulación de Empleo [ERE] de Saica Papel por la reducción de sus ventas, y por el que más de 600 personas perderán su trabajo temporalmente. Pero hay muchos más casos y viendo los resultados de los dos últimos meses, los recuperadores de papel y cartón se enfrentan a una situación en la que los precios se sitúan por debajo del coste técnico de procesamiento para su reciclado", explica Luis del Molino, secretario general de la Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón (REPACAR).
Precios bajos y sin salida
Pero este no es el único problema, "además del precio, otro problema es que no hay salida para el papel, ni a escala internacional ni dentro de España".
Según datos del sector, en 2007 se recuperaron 4'9 millones de toneladas, de las que un 10,5 por ciento se destinaron para la exportación, mientras que, por otro lado, se reciclaron 5,68 millones de toneladas en España, de las cuales un 22,5 por ciento se compraron en el exterior. En términos de ahorro de emisiones, al evitar que tanto papel fuese a parar a vertederos un total de 9,1 millones de toneladas de dióxido de carbono no fueron lanzadas a la atmósfera.
Desde REPACAR se incide en el hecho de que no es económicamente viable mantener las estructuras y flujos de recogida con los actuales niveles de precios, por lo que es necesario emprender un cambio en la estrategia antes de que el papel no encuentre otro camino que no sea el del vertedero. "Ante todo tiene que prevalecer el valor del ahorro en los costes medioambientales y en favor de la sostenibilidad. Las cosas no se nos han puesto fáciles en el sector, pero hay que aguantar y no vale con ser pesimistas", dice Luis del Molino.
El sector en España
Hace ya muchos años desde que traperos y chamarileros recorrían con sus carros y furgonetas las calles recogiendo residuos aptos para el reciclaje, y desde entonces las cosas han cambiado mucho. Ahora la principal fuente de residuos son las empresas, de las que se aprovecha prácticamente todo, gracias a acuerdos entre empresarios y recuperadores.
La otra fuente es la recogida urbana, que supone aproximadamente un millón de toneladas de los casi cinco millones que se recogen cada año, fruto de la colaboración con las administraciones y con Ecoembes, la sociedad encargada de gestionar los famosos Punto verde.