
¿Se puede evitar que el cambio climático afecte al medio ambiente? La ONU lo tiene claro: el cambio climático está unido a la destrucción del medio ambiente y del planeta, a la pérdida de especies, de hábitats y, en conclusión, a un cataclismo para la humanidad. El calentamiento se debe, con un 90 por ciento de certeza, a la actividad humana, en especial a causa del uso masivo de energía basada en combustibles.
"Es peor de lo que se pensaba". Éste es el veredicto de los científicos sobre el efecto del ser humano en el cambio climático. Es la conclusión del IPCC, organismo creado en 1988 por las Naciones Unidas, formado por más de 2.500 científicos de 130 países y considerado la voz más autorizada sobre el cambio climático. El planeta experimentará en el siglo XXI un calentamiento de entre 1,8 y 4 grados, el mar ascenderá unos 58 centímetros y aumentarán las sequías y las olas de calor.
Barcelona ha sido en estos días, desde el pasado 5 de octubre, la sede del Congreso Mundial de la Naturaleza, un encuentro que ha reunido durante 10 días a 8.000 personas, entre representantes gubernamentales, jefes de Estado, empresarios, expertos y representantes de ONG. Cómo responder a las necesidades de las poblaciones y expandir los mercados sin sacrificar la naturaleza, y cómo hacer llegar el mensaje de la conservación a nuevos públicos ha sido el tema central. En el encuentro, organizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, se ha publicado la Lista Roja UICN de Especies Amenazadas, donde los datos presentados evidencian que la situación es crítica.
Congreso Mundial Naturaleza
Según las estadísticas, cerca de 1.141 de las 5.487 especies de mamíferos de la Tierra están amenazadas de extinción. Es decir, una de cada ocho especies de aves; uno de cada cuatro mamíferos y uno de cada tres anfibios están en peligro. A su vez, cada segundo se pierde un pedazo de selva tropical equivalente a un campo de fútbol. En cuanto al mar, el 75 por ciento de las pesquerías está completamente sobreexplotadas.
El Congreso fue inaugurado por el Príncipe Felipe, quien señaló que hay pruebas "inequívocas" de que la actividad humana está dejando huellas que afectan a nuestro entorno y que en las últimas décadas se ha acelerado la desaparición de especies. Insistió en que el imparable desarrollo económico y humano exige con urgencia esforzarnos al máximo para evitar la desaparición de especies y hábitats que son fundamentales para la riqueza, la sostenibilidad y, en definitiva, para "el desarrollo futuro de la vida en la Tierra".
Felipe de Borbón destacó que en la naturaleza todas las especies son importantes y juegan un papel, por lo que no debemos permitir que la acción del hombre altere tanto el funcionamiento medioambiental "que pongamos en riesgo su equilibrio y, por tanto su supervivencia".
A la ceremonia de apertura del XI Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, también acudió Ted Turner, fundador de la cadena de televisión CNN y miembro de la ONU. Turner vaticinó un futuro apocalíptico para el hombre si en los próximos 50 años los dirigentes del planeta no llegan a acuerdos para combatir el calentamiento de la Tierra y frenar el deterioro del medio ambiente. "No podemos fracasar y debemos hacerlo en los próximos 50 años. La humanidad se juega vivir en un mundo similar a un jardín del Edén o morir en un infierno ardiendo entre llamas".
España se africanizará
Nuestro país se encuentra geográficamente situado en una zona especialmente vulnerable al impacto del cambio climático y notará sus efectos adversos en los recursos hídricos, las costas, la biodiversidad y el ecosistema mediterráneo que, al padecer temperaturas más elevadas, sufrirá con más frecuencia incendios y olas de calor.
Los veranos españoles se convertirán en un infierno con altísimas temperaturas. La costa norte se hará mediterránea; donde ahora hay musgo y helechos, crecerán palmeras y cactus, el sur se convertirá en un desierto. Especies vegetales y animales desaparecerán, el agua será un bien escaso, el mar se comerá parte de la playa y los españoles desarrollaremos nuevas enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica y los climas subtropicales. Según los expertos los efectos, de hecho, ya se están notando en España; el cambio de las temperaturas, la fuerte sequía y las lluvias torrenciales, pero los peores pronósticos llegarán a partir del 2020.
Para el Fondo Mundial de la Naturaleza: "Las consecuencias del cambio climático estaban más que anunciadas. Cuando hace 20 años avisamos de que el cambio climático estaba en marcha y lo provocaba el ser humano, muy pocos nos creyeron. A decir verdad, durante dos décadas determinados países y empresas han dedicado todos sus esfuerzos a frenar cualquier avance en esta materia y a tratar de desacreditar a las organizaciones ecologistas".
Según Juan Carlos del Olmo, Director General de WWF/ADENA: "Las previsiones de las organizaciones ecologistas sobre el impacto del cambio climático en la biodiversidad, la salud y la economía se han quedado cortas si las comparamos con las de Naciones Unidas, la Unión Europea, el Gobierno español o el informe Stern. En el caso de España, quizás la amenaza más importante es el cambio climático, ya que la región mediterránea es una de las que va a sufrir con más rigor este problema".
En el caso de Greenpeace, uno de sus objetivos, es ofrecer a la ciudadanía la información y las herramientas para que los ciudadanos sean motor de cambio. "Serán ellos quienes con su comportamiento como consumidores y ejerciendo la soberanía popular, los que forzarán a gobiernos y empresas a afrontar el reto de la defensa del medio ambiente."
Son muchas las consecuencias de que se eleven las temperaturas del planeta y todas ellas negativas. La vida en la tierra tal y como la conocemos ahora desaparecerá.
Especies en peligro
Los científicos indican que las investigaciones apuntan a la desaparición de hasta la mitad o más de las especies vegetales. Las conclusiones señalan que, en el caso de las especies de las que se tiene información, el impacto puede ser mucho mayor, con un 97 por ciento de las especies afectadas. Los ecosistemas terrestres se verán sometidos a un cambio en sus condiciones como no han sufrido en milenios. Además, según un reciente estudio publicado en la revista Sciencie, realizado en la Universidad de Connecticut, el cambio climático pronto podría hacer que los trópicos sean demasiado cálidos para muchas especies nativas, las que se verían obligadas a buscar terrenos más elevados para escapar del calor. El estudio dado a conocer por los expertos sugiere que el cambio climático no sólo está amenazando a los osos polares y otras especies de climas fríos, sino también a las especies de climas calurosos.
En España ya hemos notado el desplazamiento de especies tropicales. Este verano, aparecía en las costas del cantábrico una especie nueva en nuestras costas, la carabela portuguesa, parecida a una medusa. Ejemplares llegados de aguas tropicales y muy peligrosos. Su picadura en algunos casos puede ser letal.
Falta de agua
Los investigadores han realizado simulaciones para estimar el impacto del cambio climático en los recursos hídricos. En España, en concreto, a lo largo del siglo XXI, la falta de agua será una constante. Las sequías se cebarán con nuestro país especialmente en las cuencas de la mitad sur peninsular.
En el año 2050 el nivel del mar subirá unos 15 centímetros, según los datos. De hecho ya se esta observando durante los últimos 50 años un aumento de la altura de las olas en las costas cantábrica y gallega, cambios en la dirección del oleaje en parte de los archipiélagos y de forma muy marcada en el norte de Cataluña.
Los efectos de la desertificación son ya evidentes en nuestro país. El uso intensivo de la tierra está provocando la erosión y el agotamiento del suelo en millones de hectáreas y, de no adoptarse medidas con urgencia, la desertificación podría afectar a corto plazo a una tercera parte de nuestra geografía. Más de 250 millones de personas en el mundo padecen directamente los efectos de la desertificación, y una tercera parte de la superficie terrestre está amenazada por ella.
Nuevas enfermedades
Con la subida de las temperaturas aumentará el número de enfermedades desconocidas hasta ahora en España. La contaminación atmosférica afectará a la calidad del aire y se agravarán sus efectos sobre la salud. Expertos reunidos en el Congreso Mundial para la Naturaleza de Barcelona han señalado hasta 12 patologías, que afectarán tanto al hombre como a los animales. Males como la peste bubónica, la fiebre amarilla, el cólera, la enfermedad de sueño o la tuberculosis.
Los expertos afirman que podrían llegarnos enfermedades contagiosas por nuestra proximidad con África y por las condiciones climáticas, cercanas a las de zonas donde hay este tipo de patologías subtropicales.
Inundaciones e incendios
Los investigadores dejan los azotes más devastadores del cambio climático para un apartado especial. Según ellos, la erosión del suelo, como consecuencia del cambio climático, puede provocar anomalías en el cauce de los ríos y por tanto riadas que destruyan cuanto encuentren a su paso.
En cuanto a los incendios, se señala su aumento con el cambio del clima. "Si la temperatura de la superficie es más alta, la humedad del suelo y del aire más baja, y se intensifican las olas de calor, el resultado es que aumentarán de forma drástica las condiciones favorables para que éstos se produzcan".
Migrantes climáticos
Será el nuevo fenómeno provocado por el cambio climático. Los daños al medio ambiente obligarán al desplazamiento de millones de personas. Se cree que para 2050, cerca de 200 millones de personas se verán desplazadas por problemas medioambientales, una cantidad de personas aproximadamente igual a dos tercios de Estados Unidos hoy.
El fenómeno de los desplazados climáticos ya se esta produciendo: el 29 de agosto del 2005, el huracán Katrina se graduó como uno de los cinco más mortíferos de la historia, ya que entre 1.600 y 1.800 personas perdieron la vida, y creó casi un millón de emigrantes medioambientales. Fue el sexto más fuerte registrado en el Atlántico y el tercero más potente que haya llegado a las costas estadounidenses desde que se llevan registros. Tres años después, en Nueva Orleans sólo queda el 60 por ciento de la población que había antes del huracán. Los denominados refugiados medioambientales, es un concepto se maneja desde 1940, aunque es ahora cuando está adquiriendo relevancia y actualidad.
La situación de estas personas implica un vacío legal que choca con las leyes de emigración que se imponen en cada país y que tienden a endurecerse debido a los movimientos migratorios causados por otros motivos. Según la ONU, un 60 % de las migraciones se deben a factores medioambientales. Y esto sólo es el principio de lo que se espera debido a los cambios climáticos y al calentamiento de la atmósfera.