Imagínese un lugar en el que los árboles cobran vida, donde se pisa sobre una alfombra blanca en la que se evoca los mantos de nieve que cubren las escarpadas montañas suecas en las que se encuentran fastuosos alces, donde se pueden experimentar las sensaciones que producen la lluvia, el sol, el viento... un lugar donde se puede encontrar una auténtica pieza de museo como el primer teléfono móvil de Ericsson, un innovador coche ecológico de Volvo o las más modernas sillas de Ikea... un móvil, un coche, sillas..., pero ¿dónde estamos? En el Pabellón que Suecia tiene en Expo Zaragoza 2008.
Tres gigantes mundiales del mundo de la empresa han unido sus fuerzas para transmitir un mensaje de sostenibilidad a todos aquellos que se acerquen por las instalaciones que Suecia tiene en la Expo y en las que han invertido en torno a 1,7 millones de euros. Una inversión rentable si consiguen que el mensaje cale como el agua entre los visitantes a la exposición.
Las previsiones que maneja el director del Pabellón, Erik Milfors, es conseguir que al menos el 10 por ciento de los visitantes de la muestra hayan pasado por estas instalaciones, "aunque lo más importante es que se vayan con la conciencia de que es necesario un desarrollo sostenible", apostilla.
A difundir ese mensaje contribuye especialmente Ikea, Volvo y Ericsson. Cada una desde su ámbito promociona sus productos con el respeto al medio ambiente como telón de fondo. Así llama la atención la utilización de las maderas naturales para la construcción de muebles por parte de la emblemática marca sueca de mobiliario y decoración que en las instalaciones impresiona con un casa hecha exclusivamente en madera; la presencia de un atractivo coche ecológico cuyas prestaciones dejan boquiabiertos a los apasionados de la cuatro ruedas; o el repaso desde los que ahora nos parecen rudos teléfonos móviles hasta los más futuristas que Ericsson tiene en el mercado.
Los niños protagonistas
Los tres gigantes de la empresa tampoco han querido obviar un aspecto que la mayor parte de los expositores de la muestra han dejado de lado: los niños. El Pabellón de Suecia les ha reservado un amplio espacio en el que pueden jugar, divertirse y aprender la importancia que tiene el agua en nuestras vidas. "Es necesario que aprendan a valorar la importancia de la sostenibilidad" aclara Erik Milfors, mientras sus colaboradores ayudan a los niños a pintar, fabricar vasos de papel y a educarles en el mensaje de la importancia que el agua tiene en nuestras vidas.
Pero para la difusión de ese mensaje y, en forma de patrocinio, el Pabellón de Suecia también cuenta con un nutrido grupo de empresas formado por la papelera Holmen Paper, la tecnológica Sony Ericsson, el fabricante de envases reciclable Tetra Pak, el grupo industrial Sándwich, la compañía de máquinas para recogida de basuras Envac, el operador de telefonía móvil Yoigo, la especializada en tratamiento de monedas y billetes Scan Coin y la empresa dedicada al tratamiento online de productos informáticos, Conzumo. Un mensaje al que desde el Pabellón de Suecia quieren sumar a más gente para que se difunda mejor.