Casi el cinco por ciento del suelo de España -un total de 2.476.540 hectáreas- está sembrado de olivos. En la última década, esos cultivos han generado al menos 3.500 millones de euros en beneficios para la industria local y elevan al país al puesto de primer productor de aceites de oliva y de aceitunas de mesa del mundo.
Por esta y otras razones, la Fundación Genoma España ha tenido la iniciativa de promover el Proyecto Oligen: un plan de investigación que tendrá como objetivo principal el desarrollo de nuevas herramientas fenómicas que serán aplicadas a la calidad de la oliva y de los productos que deriven de ella; y la generación de nuevas variedades de frutos que respondan al criterio del consumidor.
Instituciones implicadas
En el Proyecto Oligen se invertirá un total de tres millones de euros: 1,8 millones aportados por Genoma España; 600.000 euros de la Corporación Técnica Andaluza; y otros 600.000 euros que provienen del Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) de la Junta de Andalucía. Dos empresas del sector biotecnológico español, Sistemas Genómicos y Lifesequencing, también participarán de este desarrollo.
Cuarenta y seis científicos, dividos en 10 grupos, trabajarán durante tres años con el objetivo de obtener un mapa genético del olivo y una nueva colección nuclear que represente a toda la variabilidad que sea posible. Para lograrlo, explicó Emilia Gómez Pardo, directora de proyectos de Genoma España, los especialistas estudiarán más de 400 especies catalogadas por el Banco de Germoplasma Mundial de Olivo.
El doctor Victoriano Valpuesta, miembro del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Universidad de Málaga, estará al frente de la investigación que arrancó oficialmente el pasado 22 de febrero. Cada año, el equipo de trabajo deberá presentar avances de sus resultados.
Además de los beneficios económicos que pueda traer consigo el este proyecto, Gómez Pardo considera que Oligen representa un esfuerzo para el posicionamiento de la comunidad científica española. "Es una oportunidad única para el país que ayuda a generar beneficios económicos e industriales y promueve la cooperación entre instituciones públicas y privadas", dijo.