Se ha calificado al coche eléctrico como el vehículo del futuro, pero ya hay una realidad presente y ecológica en el mercado: el coche a gas. Una manera de conseguir este tipo de vehículos es adaptando un coche a gasolina, por lo que ya tienen medio camino hecho en su incursión en el mercado.
Sin embargo, José Luis Blanco, director general de la Asociación de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), cree que son necesarias ciertas medidas que ayuden a impulsar este vehículo, como facilitar la burocracia necesaria para obtener incentivos o que el consumidor comience a ver en las gasolineras la posibilidad de repostar con este hidrocarburo.
Los gases licuados de petróleo, cuyo uso tradicional ha sido el butano, están ampliando sus horizontes, ¿cuáles son las nuevas aplicaciones?
Este tipo de combustible se comienza a usar en microgeneración o en bombas de calor, pero también está sustituyendo ya a combustibles tradicionales para dar paso a un carburante limpio y el más importante es su aplicación en los vehículos en lo que se ha denominado autogas, que ya tiene fuerte presencia en flotas de taxis y autobuses.
¿Qué previsiones manejan para este vehículo después de que el coche eléctrico no haya tenido tanto éxito como el esperado?
Se trata de un coche diferente porque se puede conseguir tan sólo transformando un coche a gasolina y se convierte en un híbrido perfecto. Además, el ahorro es de más del 50 por ciento, aunque su rendimiento y consumo sea un poco más alto. Sin embargo, hay que trabajar en algunos puntos para mejorar su incursión en el mercado.
¿Qué tipo de incentivos serían necesarios para lograrlo?
Lo primero es agilizar la burocracia y que sea el propio concesionario quien se encargue de gestionar las ayudas por la adquisición de este coche. Pero uno de los puntos más importantes que hay que mejorar es la adaptación de las gasolineras para que el consumidor sea consciente de la posibilidad de repostar con este tipo de carburantes y de ahí se plantee cambiar de vehículo.
¿Y las petroleras están haciendo estos avances?
Repsol se ha comprometido a adaptar 100 gasolineras al año hasta llegar a las 400 estaciones de servicio. Actualmente en España ya existen 100 gasolineras de este tipo, pero sería necesario llegar a las 800 estaciones de servicio, es decir, un 10 por ciento del total, para que la infraestructura acompañe a la incursión del autogás. Por ello, ahora es necesario que Cepsa, Disa, BP y Galp se pongan a hacer esto.
El coche a gas ya aparecía en la Estrategia para el Ahorro y la Eficiencia Energética 2004-2012, ¿se han logrado los objetivos planteados?
El objetivo era lograr que se vendieran 100.000 vehículos pero actualmente sólo existen 320 coches de este tipo. Es necesario que en los concesionarios haya oferta porque demanda sí que hay. Además, la fuerte apuesta que ha hecho el Gobierno con el coche eléctrico nos ha dejado de lado a la hora de contar con un apoyo tácito por parte de la Administración.
¿Se han reunido ya con el Ministerio de Industria para hacer llegar estas necesidades?
Hemos mantenido conversaciones de manera informal con el Ministerio y con el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía) y los mensajes que nos llegan es que se va a apostar por todas las tecnologías. Sin embargo, el coche eléctrico y el autogás son complementarios porque un híbrido perfecto sería un híbrido con estas dos tecnologías.
