
La adopción del coche eléctrico avanza, pero por el carril lento frente a los híbridos. El próximo año, de los 82 millones de vehículos que se fabrican anualmente sólo 300.000 serán eléctricos, eso es la cuarta parte de los híbridos que habrán.
Sin embargo, para el 2020, más de 3 millones de vehículos serán totalmente eléctricos, aseguró Gt Motive. "Con este tipo de vehículos se conseguirá una reducción del 90 por ciento de óxidos nítricos", asegura la empresa española dedicada al desarrollo de herramientas informáticas para la valoración de siniestros, averías y mantenimientos del automóvil.
Además del beneficio para el ambiente, consideran que los ahorros económicos serán los que seguirán impulsando la adopción de este tipo de vehículos, en un contexto de alzas en el precio de la gasolina.
Tareas pendientes
Aunque vislumbran que eventualmente todo el parqué mundial será totalmente eléctrico, consideran que será necesario mejorar las baterías para acelerar la adopción del coche eléctrico.
Los talleres también tienen un reto por delante. "Se calcula que algunas de las baterías de los coches eléctricos tendrán 400 vatios, lo que puede provocar una descarga mortal si la manipulación no se efectúa correctamente", advierten.
Trajes especiales, alfombrillas, herramientas aislantes, voltímetros, serán algunos de los elementos necesarios para la correcta manipulación del vehículo, además de la preparación técnica del personal.
Otro freno a la adopción de este tipo de vehículos es el coste de reparación en caso de accidentes. De acuerdo con Miguel Sánchez, responsable de marketing de Gt Motive, "los usuarios verán incrementarse entre 6 y 10 euros el precio medio por reparación en cada siniestro, por ejemplo, si hablamos en términos de pintura".
Esto se debe a que la normativa medioambiental exige la desaparición paulatina de pinturas con base disolvente en aras del uso exclusivo de pinturas en base agua, lo cual supone un coste adicional para fabricantes y usuarios.