
Habitar y disfrutar de edificios y entornos, como las piscinas, de forma más saludable y disponer de instalaciones para la ganadería en la que se elimine el riesgo de enfermedades es ya posible.
La empresa Cemex ha lanzado en España un hormigón y mortero antibacteriano, cuya característica principal es inhibir el crecimiento de bacterias y hongos, así como los malos olores que pueden producirse en los edificios y en cualquier tipo de instalación, ya esté destinada para uso público, sanitario o para la actividad ganadera, entre otras muchas posibilidades.
Este desarrollo, que ya ha empezado a comercializarse en España y a introducirse en comunidades como Aragón, tiene su origen en un producto que se elaboró para el mercado mexicano. En este proyecto se lanzó un hormigón antibacteriano para evitar la proliferación de bacterias en las casas mexicanas, que están directamente situadas sobre el suelo de tierra, con el fin de servir de freno a las infecciones bacterianas y cutáneas que padecían las personas que las habitaban.
Adaptar el producto al terreno
Este producto fue el que quiso traerse a España, país para el que ha tenido que ser adaptado, ya que el territorio nacional cuenta con otros requerimientos como diferentes tipos de bacterias y hongos a inhibir, por lo que se trabajó en desarrollar fungitivos y aditivos específicos para dar respuesta a las necesidades españolas y poder cumplir así este fin en edificios, instalaciones alimentarias, sanitarias, ganaderas, sistemas de conducción de agua potable, piscinas…, entre otros emplazamientos en los que puede utilizarse, encontrándose ya instalado en una granja de porcino de Lérida.
Este desarrollo, promovido por Cemex, realizado en colaboración con la empresa química BASF y en el que se ha trabajado durante dos años, se puede fabricar en cualquier planta de España, dado que es universal. En concreto, el hormigón, que se comercializa bajo la denominación de "hormigón antibacteriano'" se basa en unas láminas de polipropileno que se añaden en la hormigonera en el momento de su preparación, mientras que el mortero, que se vende como 'Ibersec Proyec antibacteriano', lleva un aditivo específico para evitar el crecimiento de bacterias y hongos y la proliferación de malos olores.
Con esta composición, estos productos se perfilan como una alternativa al hormigón y mortero tradicional en los que, pese a que puede limpiarse su cobertura, no se impide que por debajo de ella proliferen mocroorganismos como bacterias y hongos y, por lo tanto, se produzcan infecciones y malos olores.
Este desarrollo, además de comercializarse bajo las denominaciones anteriormente mencionadas, también puede ser adquirido por otras empresas para aplicarlo en sus construcciones y edificaciones, ya que se vende "en bolsas totalmente biodegradables, bajo el nombre de 'Antibac', que se diluyen en el camión hormigonera y se amasan con el producto saliendo ya preparado para verter en la instalación", según indica Rafael Serrano, Director Regional de Cemex en Aragón, Navarra y País Vasco.
Otra de las ventajas de estos productos es que se mantienen en perfectas condiciones durante toda la vida útil del hormigón y mortero, aparte de no precisar ningún servicio de mantenimiento especial. Tan sólo hay que acometer en la instalación la limpieza habitual. Antes de su comercialización, el producto se somete a múltiples ensayos.