
IBM
21:59:41
260,95

-6,09pts
Concienciación, cambio climático, ahorro de energía... son palabras de las que una buena parte de las compañías se olvidan en su día a día. Al menos esto es lo que se desprende de la lectura de un informe elaborado con el patrocinio de IBM. Según este estudio, un 42% de los ejecutivos de la tecnología de la información afirma que la compañía para la que trabajan no lleva la cuenta de la energía que gastan sus equipos tecnológicos.
De hecho, si algo menos de la mitad admite no controlar el consumo de su firma, un 9% confiesa que ni siquiera sabe si lo hace. Eso sí, de los que afirmaron que habían hecho un control, el 24% detectó que el consumo aumentó durante los últimos dos años.
Además, más de la mitad de los encuestados -un 64%- se mostró a favor de elaborar un estándar de eficiencia energética que incluso les llevaría a modificar sus proyectos de compra.
Encargado de controlar el gasto
Pero ya se sabe que en este tipo de análisis siempre se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Para los optimistas, el estudio revela que un 45% de las compañías de todo el mundo ya cuenta con un plan de actuación con el que reducir sus emisiones de carbono. También hay motivación para los proeuropeos, puesto que el Viejo Continente es el que más se ha puesto las pilas en asuntos de consumo.
Para muestra, un botón: según el informe, patrocinado por IBM y elaborado por Economist Intelligence Unit, un 62% de las compañías europeas tiene en sus filas un responsable encargado de controlar el gasto de energía. A nuestro continente le siguen Norteamérica, con un 53%, y la región de Asia Pacífico, con un 37% de directivos dedicados a esta cuestión.
En cuanto a la adquisición de sistemas tecnológicos, la mayoría de las empresas no barajan el consumo que van a generar, sino la fiabilidad de los equipos. Además, entre los factores determinantes a la hora de comprar sistemas están también el precio, el servicio de posventa y los plazos de entrega. De los más de 200 directivos entrevistados en todo el mundo, solamente un 12% se para a pensar en el consumo energético.
Para intentar que esta tendencia vaya cambiando, el estudio propone una serie de medidas prácticas. Es el caso, por ejemplo, de la consolidación de los centros de datos y de la virtualización de los servidores informáticos que utilizan las compañías. También están otras iniciativas más sencillas, como apagar los ordenadores cuando termine la jornada, controlar lo que se envía a la impresora y reciclar el papel y los cartuchos de tinta.