Podría ser el último invento de una gran compañía de biocombustibles o de una petrolera, pero se trata de un producto ideado por un vecino de Orense y que va camino de poner en jaque a más de una multinacional. El descubrimiento en cuestión se llama Adigal -igual que la compañía fundada a finales de la década de los 90 por Antonio Amorós, su creador- y permite reducir el consumo de combustible hasta un 0,8 por ciento cada cien kilómetros.
Aunque la fórmula completa es secreta, lo que sí se sabe es que una de las claves de este lubricante -que se mezcla con el combustible- es el teflón (politrafluoroetileno) que, aunque es más pesado que el aceite, se consigue mantener suspendido sobre él. Otra de las ventajas de Adigal es que no sólo sirve para los automóviles, sino que también se puede utilizar en camiones, maquinaria industrial y motocicletas. Aunque el producto todavía no se distribuye a gran escala, cuenta ya con el certificado de la Universidade de Vigo, desde donde afirman que la potencia de los vehículos puede incrementarse hasta un 4 por ciento y el consumo de combustible llega a reducirse hasta en un cinco por ciento.
Además, Adigal es ignífugo y no daña el motor, aunque se utilice en grandes cantidades. También hay que decir que la oferta de esta pequeña empresa gallega se organiza en tres frentes: fórmula motor, diésel y engranajes. La primera de ellas contribuye a optimizar el desplazamiento de las partes móviles del motor. Gracias a esto, se cierran posibles fugas, se reducen los niveles sonoros y se estabiliza la presión del aceite reduciendo la temperatura del vehículo.
Para los diésel
Adigal Diésel está diseñado para inyecciones common-rail, aunque también se puede utilizar en otro tipo de mecanismos. Sirve para mantener limpios los elementos del sistema durante al menos 10.000 kilómetros. De esta forma, si el conductor lo mezcla con el gasoil, el conductor reducirá las emisiones de su coche, mejorará la combustión y rebajará en un cinco por ciento el consumo de su motor. Y por último, Adigal Engranajes. Se mezcla con el aceite y se utiliza para mejorar el engrase de los vehículos, aunque eso sí, solamente sirve para cajas de cambio manuales.
Aunque solamente se comercializan desde hace ocho años, estos lubricantes ya están siendo un éxito en ciudades gallegas como Vigo, donde la mayoría de los taxistas ya se han apuntado a la "fórmula Amorós" . En cuanto a los precios, varían en función de cada producto, aunque oscilan entre los 25 y los 139 euros por cada litro. Para los que no se quieran gastar tanto, también existe la posibilidad de compraren vases de menos cantidad.