
La semana pasada el director de la Agencia Internacional de la Energía, Claude Mandil, pasaba por Madrid y dejaba un mensaje poco esperanzador para los fabricantes de biocombustibles: "Tenemos demasiadas expectativas puestas en ellos, y no sabemos si realmente serán una solución".
En Green Fuel no opinan lo mismo. En 2003 decidieron apostar por este tipo de combustibles elaborados a base de aceites vegetales y para ello se aseguraron el apoyo de los grandes: Endesa, Técnicas Reunidas y Tepro, que decidieron embarcarse en un proyecto conjunto. El resultado fue Green Fuel Corporación, que ahora funciona bajo la batuta de su presidente, José Luis del Val.
Uno de los puntos fuertes de la compañía es su estructura de negocio: un modelo de integración vertical en el que se incluyen desde los campesinos que cultivan las oleoginosas hasta las plantas donde se refina la materia prima.
Contacto directo
De esta forma, la firma consigue tener contacto directo con sus proveedores y acceder de primera mano a sus suministros, algo básico para mantener una capacidad constante de producción y un servicio eficiente.
Otra de las singularidades de la compañía es su voluntad de establecer un modelo estándar para todas sus centrales. Es decir, todas tendrán una capacidad de producción de 110.000 toneladas anuales.
Pero desde Green Fuel no tienen pensado conformarse solamente con estas cifras y apuntan alto para los próximos años. Según los planes de la compañía, en 2009 Green Fuel producirá más de un millón de toneladas anuales de biodiésel.
Pero para conseguirlo, habrá que poner toda la carne en el asador y hacer una inversión de envergadura. En total, 500 millones de euros que se repartirán a lo largo de los próximos dos años. Y hablando de reparto, el desembolso se dividirá entre diferentes líneas de actuación.
Aunque España se llevará la mayor partida con un 39 por ciento del total, también Suramérica y Europa participarán del pastel con un 36 y un 25 por ciento de la inversión, respectivamente.
Y es que la internacionalización es otra de las apuestas fuertes que hacen en Green Fuel. Sus negocios en Argentina, Bulgaria y Portugal ya son un hecho y, si todo marcha según lo previsto, seguirán creciendo.
En Argentina piensan producir 250.000 toneladas anuales de biocombustible , las mismas toneladas de cereales que la compañía almacenará cada año en su planta de la región búlgara de Pleven.
Consolidados ya en estos países, el próximo turno será para Rumanía, Grecia y Brasil, mercados donde la compañía espera instalarse a corto plazo.