La compañía ha apostado por reducir la contaminación acústica y los costes energéticos que generaba la instalación
Mantener una planta de hormigón en el centro de la ciudad. Éste era el objetivo del Grupo Maresa cuando hace cinco años decidió renovar la fábrica que funcionaba en el barrio de Hortaleza de Madrid desde 1999.
El reto, según explicaba Manuel Casado, presidente de la compañía, a El Economista "era adaptar la infraestructura a la zona de oficinas en la que se encuentra, reduciendo el impacto ambiental y visual que la fabricación de hormigón y el transporte del mismo generaba".
El cambio más notable ha sido la apariencia exterior, como destacaba el presidente de la compañía: "Hemos dotado a la infraestructura de una piel moderna y acristalada, que además de mimetizar a la fábrica con todo su entorno, ha reducido los ruidos y la contaminación".
Por otro lado, la nueva planta también cuenta con un sistema de reciclado y de recuperación de agua.
Menos camiones
La principal medida que se ha tomado ha sido disminuir un 50 por ciento el tránsito de camiones en el horario de oficina. Lo que ha sido posible tras la remodelación del sistema de almacenaje.
"Ahora estamos haciendo un mayor acopio de materias primas como el cemento, lo que permite que haya menos camiones circulando en horario laboral y por tanto la contaminación se ha reducido bastante, aunque todavía no podemos aventurar cifras"- puntualizaba Manuel Casado- "el problema de una fábrica de estas características es que el hormigón sólo tiene una hora y media de vida y por tanto no puede ser transportado en cualquier momento, por eso no podemos reducir el uso de camiones durante el día al cien por cien".
De ahí que el único transporte que ha sido modificado ha sido el de las materias primas, que ahora se realiza por la noche, mejorando el entorno de la fábrica.
La planta ha sido dotada de motores modernos, filtros y aislamientos de última generación que reducen el gasto energético de la empresa y la convierten en una fábrica más rentable. Una inversión que la compañía quiere recuperar en los próximos años.