El mar es un recurso energético ilimitado sin explotar... pero no por mucho tiempo. La Universidad de Oviedo está desarrollando una plataforma de investigación para aprovechar las posibilidades de los océanos en la generación de electricidad verde. "El mar ofrece innumerables ventajas, es un nicho tecnológico muy interesante que a su vez respeta el medio ambiente", explicó a elEconomista Manuel Rico, director de Gestión de I+D+i de SeAsturLab.
La energía eólica marina es uno de los proyectos más importantes que llevará a cabo la plataforma, que no estará operativa hasta 2011. Actualmente cuenta con un millón de euros de presupuesto para empezar los primeros experimentos pilotos y, en un principio, llegará hasta los 30 millones.
Problemas técnicos
La profundidad de la costa española dificulta la instalación de parques eólicos offshore, un problema técnico que retrasa inversiones y entorpece el desarrollo de dicha tecnología. Por ejemplo, Acciona está pendiente que salga alguna solución viable y rentable para ejecutar su proyecto de offshore a través del cual instalará 1.000 megavatios con una inversión de 2.500 millones.
En este sentido, y debido a la importancia estratégica de la eólica marina, varias comunidades autónomas como Cataluña, Cantabria o Andalucía están desarrollando sus propios proyectos pilotos para ganar la carrera energética y atraer inversión.
Pero a Manuel Rico no le preocupa, puesto que su proyecto va más allá de las experiencias piloto. "Creamos una plataforma de investigación con la participación de varias empresas y el apoyo del Principado con el que se permita ensayar cualquier tipo de sistema de producción energética, de transformación de la electricidad y el aprovechamiento de las olas".
Apoyo de parques tecnológicos
Seasturlab apuesta por el desarrollo de plataformas semisumergibles sobre las que se instalarán aerogeneradores de 2 megavatios (MW) de potencia, 100 metros de alto y 100 toneladas de peso. Idesa, que participa en el cluster formado por la Universidad de Oviedo, lleva años desarrollando estas plataformas en secreto y utilizará el laboratorio para probarlas y seguir mejorándolas.
Las turbinas, por su parte, vienen de la mano de Gamesa, que también participa junto a Wind Renovables y otras empresas en este proyecto. A su vez, cuenta con el apoyo de parques tecnológicos y centros de investigación. Rico defiende este sistema asegurando que permitirá el uso de los vientos del mar que son "muy intensos y estables" y la "investigación con las olas y las corrientes".
El Consorcio Tecnológico de la Energía de Asturias (AIE) también participa con la Universidad de Oviedo en el desarrollo de estas nuevas tecnologías. El objetivo de ambas organizaciones es crear sinergias de investigación y aprovechar la plataforma de SeAsturLab para la generación, transporte, distribución y consumo de la electricidad.