
La nueva normativa europea de medioambiente, implantada en España desde 2007, se erige sobre dos pilares fundamentales: la prevención y la reparación de posibles daños ecológicos. Bajo el lema quien contamina paga, una de las novedades de esta ley es la obligación que tendrán determinadas empresas de contratar un seguro que pueda hacer frente a una posible catástrofe medioambiental.
A pesar de que disponer de esta garantía financiera va a ser obligatorio para algunas empresas a partir del próximo abril, solamente algo más del 30 por ciento de las empresas españolas que cotizan en bolsa tienen ya este contrato, según informan fuentes de la multinacional Marsh. La consultora también sostiene que el resto de empresas, es decir, las que no cotizan, suman entre el 10 y el 15 por ciento.
Garantía financiera obligatoria
La Ley de Responsabilidad Ambiental obliga a todas aquellas empresas que llevan a cabo actividades peligrosas a disponer de esta garantía financiera. Uno de los aspectos claves de la ley, en este sentido, es el puntal de la "presunción de causalidad". Transportar o gestionar residuos o material altamente tóxico, por ejemplo, comporta más riesgo que otras actividades. Por eso, las empresas que gestionan actividades peligrosas tienen que hacer un análisis de riesgos y una posterior valoración económica para, en caso de accidente ecológico derivado de sus actividades, poder restaurar la zona afectada. Contratar a una consultora para gestionar esta garantía financiera ronda entre los 15.000 y los 30.000 euros, en función del riesgo de cada operador. Además, de garantías financieras se encuentran de tres tipos. Se puede contratar un seguro, un aval financiero o bien realizar una reserva técnica en el balance. Sea cual sea la elección, su valor está limitado a los 20 millones de euros.
En este sentido, las consultoras Marsh y ERM presentaron en Barcelona su metodología de evaluación de riesgos como posibles rutas a tomar por las empresas. La intención de sus proyectos es monetizar las reparaciones para poder presentar un presupuesto a las empresas que les contraten.
El método para identificar y evaluar los riesgos medioambientales fue creado el año pasado por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) y se llama UNE 150008. A grandes rasgos, esta norma analiza el entorno, identifica las fuentes de peligro para poder establecer una probabilidad de riesgo y determina los posibles receptores del daño para establecer las vías de movilización.