Desarrollo sostenible

Acciona logra el 'oro azul' por su inversión en técnicas de desalación

El centro de investigación y desarrollo de Acciona.

Las nuevas tecnologías han permitido un ahorro energético del 58 por ciento, un menor impacto ambiental y buscan instalar plantas en aguas profundas.

Acciona, a través de su filial Acciona Agua, ha decidido realizar importantes inversiones en desalación de agua de mar por ósmosis inversa, una tecnología que no es baladí ya que supuso un punto de inflexión en la historia de la desalanización al permitir la reducción del coste energético y el de producción de agua. Gracias a este sistema de membranas, en tan sólo 20 años se ha pasado de consumos de 8,5 a 3,5 kilowatios por metro cúbico (m3) y de tres euros a 0,5 euros por m3.

El secreto de Acciona Agua para mantener el liderazgo en este sector pasa por la inversión en I+D+i, un sector estratégico que en 2008 se llevó 71 millones de euros, 18 veces más que hace tres años.

Desarrollo de nuevas tecnologías

Los proyectos de investigación, que se desarrollan en su planta de Barcelona, van desde la creación de nuevas membranas hasta el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan instalar desalinizadoras en aguas profundas alimentadas por energía eólica, la aplicación de nanotecnología en procesos de tratamiento del agua o incluso nuevos procesos de desalación. Hasta la fecha, Acciona Agua ha construido más de 70 desaladoras, cuya producción total asciende a 1,7 millones de m3 al día, para abastecer a más de cinco millones de personas.

Las desaladoras saltaron a los medios de comunicación en 2008 como alternativa, muy discutida, al Plan Hidrológico Nacional derogado por el gobierno socialista. Como el trasvase del Ebro en su día, las desaladoras levantaron odios y pasiones en muchos casos injustificados puesto que ni son la panacea para erradicar los problemas hidrológicos de España, ni una industria contaminante que acabará con el medio ambiente debido a sus residuos de salmuera. Desde que hace 44 años se instalara la primera planta desaladora en Lanzarote, la tecnología ha avanzado mucho, hasta hacer de esta industria un sector viable y rentable que ha generado grandes expectativas en la cuenca mediterránea.

Nuevo segmento industrial

El desarrollo de un dispositivo llamado PE (Pressure Exchange) que transfiere energía directamente de la salmuera al flujo de alimentación sin los problemas de rendimiento de los ejes giratorios de alta velocidad de las fábricas actuales, el ahorro de energía y la preocupación por la sostenibilidad del medio ambiente han ayudado al nuevo posicionamiento industrial.

A pesar de sus turbulentos comienzos, grandes empresas españolas apostaron por esta tecnología hasta el punto de que son hoy las que marcan el camino en el mercado mundial del agua que actualmente mueve alrededor de 353.000 millones de euros.

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