Una alarma se dispara en la sala de control de Siemens cuando, al cierre, las luces de alguna oficina se quedan encendidas. Una vez dado el aviso, la maquinaria de supervisión, gestión y actuación de la multinacional alemana se pone en marcha y, desde la sala de operaciones, los técnicos pueden desde dar un simple aviso hasta apagar ellos mismos la luz.
Apagar la luz es la última de las medidas que Siemens ha creado para que las empresas y fábricas españolas ahorren hasta un 30% en la factura de la luz y colaboren con la protección del medio ambiente. Con estos objetivos sobre la mesa, la compañía ha creado la primera unidad de eficiencia energética de España. La nueva unidad agrupa todas las tecnologías de las que Siemens dispone con el objetivo de garantizar consumos energéticos más eficientes y racionales.
Los puntos débiles de los edificios son la iluminación, la calefacción y la refrigeración. En total, suponen casi el 90% del consumo energético. Algo tan sencillo como apagar la luz cuando se sale del baño o regular el climatizador dentro de los parámetros indicados supone un gran ahorro para las diferentes empresas. Sin ir más lejos, cambiar las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo reduce un 80% el consumo eléctrico y permite ahorros de hasta 100 euros y 0,5 toneladas de CO2 por lámpara.
Por eso, "es importante mejorar la eficiencia de los mismos optimizando los sistemas, sustituyendo las bombillas corrientes por otras de bajo consumo, instalando sistemas de recuperación de calor y frío, utilizando motores industriales eficientes y, sobre todo, controlando el consumo", aseguró Margarita Izquierdo, responsable de la unidad de eficiencia energética de Siemens.
El servicio que ofrece Siemens, pionero en España, incluye un ciclo global de proyecto que consta de cuatro fases. En la primera fase, según explicó Izquierdo, los técnicos hacen un primer análisis de las instalaciones para determinar si el proyecto es factible o no. Para que sea viable se deben cumplir dos condiciones; que el periodo de retorno de la inversión sea de cuatro años y que se ahorre un 30% de la factura. Una vez el proyecto ha sido aceptado se cambian o mejoran las instalaciones para hacerlas más eficientes y, por último, se instala un sistema de alarmas que evita que el consumo se dispare. Hasta la fecha, la multinacional alemana ha optimizado más de 6.500 edificios en todo el mundo, lo que ha supuesto el ahorro de 1.000 millones de euros en la factura eléctrica y se ha evitado la emisión de 2,4 millones de toneladas de CO2.