
La Unión Europea (UE) inició en los años 90 un proyecto para conseguir que los coches se convirtieran en cacerolas, bicis o barcos. Desde ese momento, miles de aeronaves, latas, tejados, palos de golf y ventanas en potencia circularon cada mañana por las carreteras españolas.
El espíritu de reciclaje y protección del medio ambiente de la UE se plasmó, finalmente, en una directiva aprobada en el año 2000 mediante la cual se exigía la recuperación del cien por cien de los materiales que forman un coche. Dicho proyecto convirtió a los desguaces en las principales minas de la siderurgia española y en un nuevo foco de obtención de combustibles alternativos.
Actualmente se recicla el 85,6% del peso total del vehículo, lo que corresponde a los metales, cristales y piezas del motor. Es el 15,4% restante lo que ha traído de cabeza a los técnicos de la Federación Española de Reciclaje (FER). Finalmente, para porder alcanzar las cuotas de recuperación marcadas por la directiva europea, ese 15,4% compuesto por espumas, cauchos y textiles se ha sometido a una serie de tratamientos que lo ha convertido en combustible alternativo.
Sustituir los combustibles fósiles por la tela, la espuma y los plásticos de los coches contribuye a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. Las pruebas realizadas en las chimeneas de las cementeras así lo confirman ya que, según aseguraron desde FER, gracias a estos materiales se emite una tonelada menos de CO2 por cada tonelada de cemento que se produce. Convertir los residuos tradicionalmente no reciclables en combustible para los hornos de las plantas de fabricación de cemento permitirá un ahorro anual de 80.000 toneladas de petróleo y de 100.000 toneladas de carbón.
El reciclaje de coches se ha convertido más en una necesidad que en una vocación ya que, según explicaron desde FER, "la reutilización permite poder disponer de materias primas básicas, cada vez más difíciles de encontrar de manera natural". Sin ir más lejos, el cien por cien del plomo que se usa en España procede de material reciclado.