Los espacios interiores, los grandes olvidados en la lucha contra la contaminación, son un foco de infecciones, y el ambiente que en él se respira es el responsable de la baja productividad de las empresas y de más de una baja laboral. La Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), y la Federación Española de Empresas de Calidad Ambiental Interior (Fedecai) defienden que cuidar la calidad ambiental de los espacios interiores no sólo asegura el bienestar y el confort de los trabajadores, sino que ayuda a incrementar la productividad hasta un 15%.
Siguiendo esta línea, ambas sociedades han apostado por el desarrollo y aplicación de una normativa de carácter voluntario que permita a las empresas conseguir y demostrar la calidad ambiental en el interior de sus edificios. Algunas comunidades autónomas ya se han interesado por regular esta materia, como Madrid, donde se está trabajando en la elaboración de una normativa que, según Sanidad, estará lista en 2010.
Salubridad de las instalaciones
Uno de los objetivos de la normativa es identificar y valorar el estado higiénico sanitario de las instalaciones de los edificios inspeccionados, es decir, determinar el estado de salud ambiental de un edificio. Según explicó José Luis Tejera, director de Desarrollo de Aenor, un edificio está enfermo cuando crea enfermedades a los usuarios, como por ejemplo alergias, problemas respiratorios o resfriados. En este sentido, el espíritu de la normativa es establecer unos parámetros que determinen la salubridad de las instalaciones para así logar minimizar los riesgos de salud ambiental de los usuarios.
Según Tejera "esta certificación tiene ventajas tanto para la salud de los empleados como para las empresas con un ahorro energético, económico y la mejora de su imagen". La norma establece ocho parámetros mínimos que debe cumplir un edificio. La temperatura, por ejemplo, no debe superar los 25 grados en verano y en invierno debe rondar entre los 21 y 23 grados centígrados.
Los sistemas de climatización deben estar limpios, la cantidad de bacterias y hongos suspendidos en el aire deben estar controlados y los niveles de monóxido y dióxido de carbono deben situarse por debajo de unos mínimos preestablecidos.
Dicha norma va dirigida a todo tipo de recintos, instalaciones y edificaciones de las empresas con excepción del mundo industrial y agrícola. Unión Fenosa ha sido pionera en la demanda de una inspección de calidad ambiental interior y, tras más de diez años comprometida en temas de calidad ambiental de los edificios, ha sido la primera empresa en obtener el certificado de verificación de Inspección de Calidad Ambiental en Interiores de Aenor. En breve, se publicará una tercera norma que permitirá a las empresas implantar y certificar un sistema de gestión de Calidad Ambiental en Interiores.