Desarrollo sostenible

Koplowitz y Villar Mir soplan los vientos eólicos del norte de España

Los vientos de Galicia, Asturias y Cantabria se han convertido en objeto de deseo de Esther Koplowitz y Juan Miguel Villar Mir, dos empresarios que hace un año decidieron entrar en el pujante negocio de las energías renovables y, ahora, quieren aprovechar las oportunidades que ofrece la cornisa cantábrica para crecer.

Koplowitz lo está haciendo a través de FCC Energía, sociedad que en la recta final del pasado ejercicio se alzó con el triunfo en la puja por los activos eólicos de Babcock & Brown, una jugada que, de golpe, le convirtió en la sexta empresa del sector en España. Grupo Villar Mir Energía, la última filial creada por el emporio del ex ministro, también se interesó por este proyecto, aunque nada pudo hacer ante la oferta de su rival.

Ahora, estos dos grupos vuelven a verse las caras en la cornisa cantábrica, donde diferentes Gobiernos autonómicos están sacando a concurso numerosos parque eólicos.

Vientos del norte

El primer proyecto que se divisa en el horizonte se ubica en Cantabria, donde el Ejecutivo regional quiere sacar a concurso 20 parques eólicos, de 50 megavatios cada uno, el próximo mes de marzo. Sin embargo, el pistoletazo definitivo está pendiente de recibir el correspondiente informe del Consejo de Estado, una necesaria licencia que podría retrasar los planes del Gobierno cántabro, cuyo objetivo es que el 40 por ciento del abastecimiento energético de la región proceda de parques eólicos.

Un poco más tarde, pero también dentro de este año 2009, se espera que vea la luz el concurso eólico de Asturias, una puja en la que FCC tiene clara su participación. Grupo Villar Mir, en cambio, prefiere dejar escapar esta oportunidad y acudir al concurso que también espera abrir el Gobierno de Aragón en los próximos meses.

Este diferente criterio responde a que el empresario ciñe sus apuestas eólicas a aquellas comunidades donde cuenta ya con una planta industrial a través de las otras filiales de su imperio (Ferroatlántica o Fertiberia), condición que no se da en Asturias. Pero sí en la vecina Galicia, que el pasado mes de diciembre repartió 2.290 nuevos megavatios de energía eólica.

Grupo Villar Mir Energía quedó suplente en este polémico concurso, que ha desatado las iras en el sector, hasta el punto de que varias compañías se plantean hacer alegaciones, e incluso ha chirriado en los pasillos de Bruselas, por vulnerar la normativa europea y las disposiciones medioambientales.

Conscientes de que tanta controversia deja abiertas segundas puertas que pueden dar entrada a los campos eólicos gallegos, tanto FCC como Grupo Villar Mir están manteniendo conversaciones con las autoridades regionales y con los grupos que resultaron adjudicatarios del polémico concurso para poder tomar algún tipo de participación en estos parques.

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