Los Toronto Raptors son los nuevos campeones de la NBA. Así se ha determinado tras el sexto partido de Las Finales (4-2) en el que han vuelto a derrotar a los Golden State Warriors, por 110-114, en un Oracle Arena que dice adiós al baloncesto, pues la próxima temporada los de La Bahía se mudarán a San Francisco. Pese a no ser el mejor de este último encuentro, Kawhi Leonard se consagró como MVP y se convierte de esta forma en el tercer jugador que es nombrado 'el mejor' con dos franquicias distintas, pues ya lo hizo con San Antonio Spurs en 2014. Además, el primer anillo de campeón para la franquicia de Canadá cae en las manos de Serge Ibaka, Sergio Scariolo y Marc Gasol, para tratarse del tercer título español tras los dos de Pau Gasol con Los Angeles Lakers. Un premio que también supone que los dos de Sant Boi se conviertan en los primeros hermanos en la historia de la NBA que ganan el campeonato por separado.
Ver para creer. Nadie imaginaba en 1995, cuando Toronto se hizo con un equipo NBA, que 24 años más tarde iban a tener su primer anillo. Tampoco que fuese con este equipo, donde Kawhi Leonard es la estrella pero no al nivel que lo fueron Vince Carter, Tracy McGrady o Chris Boss, y ni mucho menos que fuese ante los todopoderosos Golden State Warriors, que venían de ganar tres campeonatos en cuatro años y de juntar a cinco jugadores All-Star. Era impensable, pero ya lo dice el lema de la mejor liga de baloncesto del mundo... 'Where amazing happens'.
Y a esa frase trató de agarrarse el que hasta ahora era el rey. Porque en Canadá perdieron a Kevin Durant, irá para largo su lesión, y el 3-1 en contra parecía irremontable. Sin embargo, Steve Kerr llamó a la heroica y así respondió un Oracle que se despedía para siempre. Ambiente de título, de las grandes noches que ha dado una dinastía histórica durante cinco años. Pero pronto Raptors demostró a qué había llegado, a volver a asaltar el pabellón de La Bahía. Con un 0-8 inicial y un 12-17 después, los del novato Nick Nurse empezaron arrasando. En esos parciales, clave Kyle Lowry y Pascal Siakam, con 3/3 en triples el primero y 20 de 22 puntos entre ambos.
Pero Warriors tenía un plan, llamado Klay Thompson, el 'malo' de los Splash Brothers. 10 puntos del escolta situaron el 20-22 en el marcador y a falta de 2 minutos para el final del primer acto, la primera canasta de un Draymond Green que estaba haciendo sus habituales números de triple-doble (6 rebotes y 5 asistencias hasta entonces), puso por arriba a los locales por primera vez en el encuentro (27-26). Sin embargo, seguidos por un descomunal Lowry, capitán de los visitantes y que en siete años se ha convertido en historia de Toronto, los de Canadá se marcharon ganando de uno tras los primeros 12 minutos.
En esas Leonard y Stephen Curry ya empezaron a meterse de lleno en el partido, pero el alero estaba mejor rodeado que el base y Siakam y un Fred VanVleet de diez en las Finales llevaron la distancia a +5 (38-43). Pero como una de las grandes batallas que se trataba, Kerr agitó la chistera y el juego de magia al que han acostumbrado los Warrios durante estos años se encendió. Un 6-0 al que respondió Serge Ibaka, colosal en la pintura con 6 puntos seguidos. Antes del descanso y entre el intercambio de golpes, Lowry se fue a los 21 puntos y Thompson a los 18. Quedaba mucha tela por cortar.
La lesión de Thompson, la gota que culminó el fin de Warriors
Todo igual con la reanudación, canasta contra canasta y los Raptors ganando algo de ventaja con Siakam y VanVleet. Eso de la segunda línea lo han sabido muy bien en California, pero este no era el año y aquello del quinteto con todos All-Star ha acabado pagando una mala jugada, pues Durant no estaba, Cousins lo intentaba con todas sus fuerzas pero le faltaba físico, a Green no le terminaban de llegar los puntos y los Splash Brothers se veían solos ante el peligro. Aun así, un Iguodala que de grandes noches sabe mucho apareció de la nada para devolver la ventaja a los locales.
'Iggy' como en 2015 haciendo el trabajo sucio, mientras Thompson se dedicaba a enchufarlas. Hasta los 28 puntos se fue el escolta con otros dos triples antes de que llegase la debacle. En un contraataque, el de Los Ángeles entró a canasta pero con la mala fortuna de que el choque con Danny Green le hizo apoyar mal la pierna. Nueva lesión, cara de drama en Curry y el '11' cojo anotando los dos tiros libres. Hasta ahí llegó su participación, pues los médicos le mandaron al túnel de vestuarios y su cara lo dijo todo. Otra baja más, otro golpe para el campeón al que la suerte le había dado la espalda. Con esas, se llegó al final del tercer acto, con ventaja de 2 Warriors pero con la sensación de que iba a tocar sufrir.
Y así fue, pues los últimos 12 minutos fueron un manual de resistencia. Nadie iba a imaginar al principio de temporada que el título se lo iban a jugar los Looney, Cook o Livingston, pero para ello estaban y Kerr los sacó a pista aguantando los golpes de Raptors. VanVleet hizo de las suyas desde el perímetro para empatar a 99 a falta de 5:30 para el final, Marc Gasol comenzó a ser decisivo, no con puntos pero sí con rebotes y ayudas, y el base de Illinois puso el 101-104 a falta de 3:30.
Ibaka, Lowry y Green se unieron a la fiesta final para aguantar la ventaja, mientras Cousins, Draymond Green y Curry intentaron el milagro (108-109, a falta de 40 segundos). Siakam volvió a escena para poner el +3, Curry volvió a reducir a uno y llegaron las últimas jugadas. Con balón para Raptors, la presión sobre Leonard causó efecto y Green perdió la bola, para tiempo muerto de Kerr. Quedaban 9 segundos y todo era posible, solo había que meterla. Pero el que siempre ha sido el líder, esta vez falló. No tiene reproche aún así un Curry que estas Finales ha intentado todo y casi solo ante el peligro. La pelota cayó al suelo, todos se lanzaron y aunque Warriors se hizo con ella, un tiempo muerto pedido fruto de la desesperación acabó en técnica.
Los de California no tenían más pausas y eso está penado. Tiro libre para dentro de Leonard, saque de Raptors, nueva falta sobre el alero, otros dos tantos y el 110-114 final. Tocaba aplaudir a los nuevos campeones. Esos que apostaron todo en verano para salir ganadores. DeMar DeRozan fue el sacrificio, de él quiso acordarse su fiel amigo Lowry. Pero Kawhi ha dado el impulso vencedor, por ello es el justo MVP. Mientras tanto, claves Siakam, VanVleet, Ibaka y Gasol. Esos jugadores que se fichan para vencer.
Estos dos últimos, junto a Scariolo (descomunal el trabajo como ayudante del seleccionador español) llevaron el tercer anillo a la ÑBA. Los otros dos son de Pau, pero este le tocaba a su hermano que sufrió diez años y medio en Memphis para irse a un equipo con ansia de aspirar a todo. Los primeros hermanos de la historia en ganar el anillo por separado. Ver para creer. Dos españoles. Los hijos de Agustí y Marisa que jugaban en las canastas de Sant Boi han tocado techo.
El mismo al que se ha subido una franquicia que nació en 1995. En la 'desterrada' Canadá que ahora asalta el campeonato que le faltaba (salvo NFL, que no hay equipo, este país ha ganado todas las grandes ligas). Toronto manda sobre el baloncesto. El rey está en el norte y ha llegado para acabar con una dinastía histórica. De momento, el Oracle dijo adiós con la tercera batalla perdida ante los Raptors. Ahora será el turno de ver qué sucede con la plantilla. Pero eso es otra historia y de momento los canadienses ya tienen su primer anillo. 'Where amazing happens'.