
Desde que accediera a la presidencia (año 2009), Barack Obama ha dedicado más de mil horas a la práctica de uno de sus deportes favoritos. El golf, junto al baloncesto, es una de sus pasiones. Una historia que nos traen desde la revista Elite Sport.
Nunca antes un presidente de los Estados Unidos mostró tanto interés por el deporte, sobre todo por algunos de ellos. Barack Obama, que ya dio un vuelco a la historia al proclamarse primer presidente negro del país de las barras y las estrellas, también ha roto moldes con su forma de actuar, con su actitud más cercana hacia los diferentes estratos de la sociedad norteamericana respecto a sus antecesores. Guste o no, se esté más de acuerdo o no con su ideología y sus políticas, esto queda para otro tipo de análisis y en otra sección de los medios de comunicación, no hay duda que su popularidad y apoyo al deporte es más que patente. Estuvo muy involucrado en la frustrada candidatura de Chicago, su ciudad natal, para los Juegos Olímpicos de 2016 que terminó adjudicándose Río de Janeiro, es asiduo a partidos de la NBA (especialmente de sus Bulls) y se le ha visto practicando varios deportes, especialmente el baloncesto y el golf.
Como buen deportista universitario que fue, el máximo mandatario de la primera potencia mundial nunca pierde de vista ese gran programa que lleva a cabo su nación. Deporte y formación académica como dos de los grandes pilares en la estructura de país. No es la primera vez que se le ha visto a Obama en universidades mostrando sus dotes como hombre del deporte. Lanzando unos triples, dando un pase de 20 o 30 yardas, voleando en la red o dando toques a un balón de soccer. Quizá le vengan grandes recuerdos y sentimientos personales. No en vano, cuenta la 'leyenda' que pudo ser eso lo que enamoró a la primera dama. Michelle pidió entonces a Craig Robinson, su hermano y gran jugador de baloncesto, que pusiera a prueba las habilidades de aquel joven afroamericano compañero de estudios. Barack superó el examen con nota. Años más tarde contrajeron matrimonio.
Pero volvamos a la actualidad y al golf, que es lo que en esta ocasión nos ocupa. El presidente número 44 de la historia de EEUU es un asiduo de los campos, siempre que su exigente agenda se lo permite claro está. Se guarda cierto secretismo sobre su juego, su hándicap y demás aspectos de sus prácticas con los hierros, pero recientemente el New York Times ha sacado a la luz un reportaje informando a este respecto. Dice en él que Barack Obama habría invertido desde que es presidente, en enero de 2009, unas mil horas en jugar al golf (sale a una media hora diaria). Se desconoce su hándicap, aunque su mejor tarjeta es de 80 golpes, lo que le situaría en torno a un hándicap 10.
Sus compañeros de rondas de golf hacen mucho hincapié en que Obama es estrictamente escrupuloso con las reglas. En tono jocoso y de broma señalan que no se le ocurriría hacer un mulligan (repetición de un mal golpeo inicial en el tee) a diferencia de un Bill Clinton que sí confesó hacerlo en sus tiempos de inquilino de la Casa Blanca. Obsesivo en el recuento de los golpes, no se le escapa ni uno. Y es que siempre en estos recorridos hay de por medio alguna apuesta. Al máximo mandatario estadounidense le gusta ese pique 'sano' de que haya algo en juego, y no sólo el honor.
La práctica del golf supone para Barack Obama un momento de desconexión absoluta, ese relax que toda persona necesita para abstraerse de su día a día laboral. ¡Imagínense cuál puede ser su estrés en este sentido! Por ello le gusta mantener a su servicio secreto de seguridad ciertamente apartado en estos momentos. Quiere sentirse un hombre libre en la medida de lo posible, lejos del férreo control al que es sometido de forma cotidiana. El golf es de las pocas cosas con las que lo consigue.
Polémica con Michael Jordan
Otra de las pocas formas por las que ha podido trascender algo del golf del presidente ha sido a través de una entrevista que Michael Jordan, el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, concedió hace un par de meses. "Nunca dije que no fuera un gran político, sólo digo que juega horrible al golf. Le ganaría fácil". Su drive algo corto y sus problemas con el putter han sido algunos de los argumentos que la ex estrella de los Chicago Bulls ha utilizado para 'atacar' a Obama.
Pero si el ganador de seis anillos de la NBA, dos oros olímpicos e infinidad de reconocimientos individuales 'rajó' de esta manera de su presidente, éste tampoco se quedó callado. En tono de broma, y en entrevista a una radio estadounidense, el político contraatacó aludiendo a que "no hay duda de que Michael es mejor que yo jugando al golf. Yo no he podido jugar dos veces al día durante quince años". Dardos envenenados entre uno y otro que veremos si se traducen algún día en un duelo sobre el green. No parece que pueda ser en un futuro inmediato, al menos dados estos últimos acontecimientos. De lo que está claro es que el golf está en el catálogo de favoritos del mandamás mundial y recomienda su práctica. Si lo dice el hombre con más poder del planeta?
Descargue aquí la revista Elite Sport.