El golfista español Sergio García se ha convertido en el protagonista del fin de semana en el mundo del golf. Y no lo ha hecho por lograr alguna victoria relevante o un nuevo título en su palmarés, sino por conseguir un golpe imposible. Subido a lo alto de un árbol, y de espaldas, el de Castellón se sacó de la manga una maniobra de maestro que dejó boquiabierto al público del Arnold Palmer International.
La suerte quiso que su anterior golpe provocara semejante panorama. La pelota se quedó estancada en la copa del dichoso árbol.
Fue entonces cuando Sergio, ni corto ni perezoso, se subió a la copa y decidió planear su estrategia. De espaldas, sin ángulo, y con la bola medio metro por encima de sus pies, Sergio le dio con maestría suficiente como para que saliera disparada hasta una zona ya libre de obstáculos.
Su acción se llevó el aplauso del público que, atónito, contemplaba la escena. Pese a su acción, Sergio no pudo seguir en el torneo. Se tuvo que retirar a causa de unas molestias físicas que arrastraba desde el arranque del torneo.