El Barcelona confirmó el pasado domingo una de las incorporaciones más esperadas de los últimos años. Júnior Firpo, una de las grandes joyas de la cantera del Betis, firmó para los próximos cinco años. Pero su llegada no es tan ansiada sino por su prometedor futuro o por su renombre, sino porque ocupa una posición hasta ahora sin dueño y que nadie se ha atrevido en las últimas campañas a darle relevancia: la de competidor natural con Jordi Alba por el lateral izquierdo.
Era uno de los puestos más demandados por el barcelonismo y por Ernesto Valverde para este verano. El lateral izquierdo ya queda totalmente cubierto, después de que Jordi Alba tuviese que disputar 54 encuentros la pasada temporada (el que más de la plantilla) y un total de 4.510 minutos (solo superado por los 4.680 de Piqué) por la falta de un relevo natural. Firpo, que se encumbró por un descomunal choque precisamente ante el Barça (3-4 y gol incluido), ha sido el elegido por una cantidad cercana a los 18 millones, más 12 en variables.
Después de año y medio deslumbrando en el Betis y soñando con dar el paso a la selección absoluta, el hispano-dominicano, tiene ahora hasta 2023 para convencer al Camp Nou de que es el digno sucesor de Jordi Alba e incluso puede llevar a este a la suplencia. Un puesto que el Hospitalet lleva prácticamente sin tocar desde la 12/13, cuando Adriano disputó 12 partidos más que el español en su segunda campaña.
Porque Alba llegó como relevo a Eric Abidal y así se ha portado desde 2011. Previo pago de 14 millones de euros al Valencia, el lateral fue poco a poco acumulando choques hasta hacerse el dominador absoluto del carril izquierdo. Tuvo en su inicio la competencia del mencionado Adriano, pero tras la marcha del brasileño ni Lucas Digne, que pasó sin hacer mucho ruido por el Camp Nou, ni los canteranos Cucurella y Miranda han podido acercarle al banquillo.
Es más, su diferencia con su competencia ha sido tan abismal como que solo con el cambio de Luis Enrique en su última etapa hacia el 3-4-3 vio peligrar su puesto. Desde su fichaje para la 12/13, el español ha sumado partidos pasando por 44, 26 (donde fue superado por Adriano), 44, 45, 39 (la campaña del exseleccionador), 48 y los 54 de la pasada 18/19. Un número desorbitado que en numerables ocasiones le ha hecho ser más titular incluso que Leo Messi.
Ahora con Júnior Firpo, el vestuario del Barcelona encuentra un nuevo candidato a ser el que rompa la hegemonía de Jordi Alba en el carril izquierdo del Camp Nou. Única posición que la temporada pasada no tenía dos jugadores naturales, el hispano-dominicano llega abalado por sus 29 choques de verdiblanco el curso pasado, con solo 22 años. Además, su rol es muy parecido al del internacional español, pues es habitual verle llegar con profundidad al área contraria. El enésimo intento en Can Barça de dotar de una competencia exigente a su tirano del lateral.