La rebaja del IVA cultural vuelve a la primera escena política. El diario ABC adelanta hoy que el Gobierno bajará del 21% al 10% el tributo. El Ejecutivo ha confirmado que estudia bajadas de impuestos, pero no lo hará de forma inminente. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado que la medida "cumple el programa electoral" del PP. Más prudente se ha mostrado el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, que ha señalado que "no hay nada que anunciar".
El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, ha explicado que el Gobierno tiene "la voluntad" de tomar medidas fiscales aplicadas a sectores concretos de la actividad económica, una vez que en enero de 2015 ha entrado en vigor una decisión que alcanza a una mayoría de españoles, la rebaja del IRPF.
Ese es el caso del 21% de IVA que se aplica a las actividades culturales, aunque ha subrayado que no está prevista "ninguna decisión inminente".
José Luis Ayllón ha rechazado la denominación de IVA cultural: hay productos como los libros que no sufrieron el incremento del IVA al 21% y han mantenido un tipo reducido del 4%, ha dicho, y la industria editorial, también incluida en este sector, "se beneficia" por otro lado de medidas que dan apoyo a la actividad económica y a las empresas en general.
Rebaja del IRPF y otras medidas "sectoriales"
Dicho esto, ha asegurado sin embargo que el Gobierno trabaja en bajadas de impuestos desde que la economía ha entrado en una fase de crecimiento y se reduce el paro. El primer objetivo, ha insistido, era una rebaja del IRPF, a la que seguirán otras medidas "sectoriales", aunque no de manera inmediata.
"Venimos diciendo que pasada la parte más complicada de la legislatura, el Gobierno trata de devolver el esfuerzo a los ciudadanos con medidas del ámbito fiscal", ha subrayado Ayllón, que ha recalcado el "ritmo acompasado" de las futuras medidas.
El sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) estima que la industria cultural tendría que incrementar sus ventas en unos 1.800 millones de euros para que la Agencia Tributaria compensara la merma de ingresos que supondría una hipotética rebaja del IVA en el sector.