Cultura

¿Son las dietas basadas en plantas respetuosas con el medio ambiente?

(Reuters) - Una dieta nutritiva que incluye mucha fruta y verdura puede ser más saludable para los seres humanos pero no necesariamente para el medio ambiente, según un estudio francés.

Tras analizar los hábitos alimentarios de unos 2.000 adultos franceses, y de los gases de efecto invernadero generados por la producción de plantas, pescado, carne, aves y otros productos, los investigadores concluyeron en la publicación American Journal of Clinical Nutrition que esa dieta puede que no sea la mejor en cuanto a impacto ambiental.

"Cuando comes sano, tienes que comer un montón de comida que tiene un bajo contenido de energía. Tienes que comer mucha fruta y verdura", dijo Nicole Darmon, autora principal del estudio del Instituto Agrónomo de Investigación Nacional en Marsella, Francia.

Cultivar fruta y verdura no produce tantos gases de efecto invernadero como la ganadería, pero se estima que la producción de comida - incluido el uso de equipos agrícolas y transporte - es responsable de entre el 15 y 30 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países en desarrollo, según los autores.

Científicos han aconsejado desde hace tiempo a la gente que cambien a una dieta basada en plantas para beneficio del medio ambiente y de su propia salud.

Para examinar más de cerca esa premisa, Darmon y sus colegas utilizaron menús diarios de 1.918 adultos franceses para compararlos con la calidad nutricional de las dietas reales de la gente y cuántos gases de efecto invernadero producen.

El estudio utilizó un base de datos para averiguar cuántos gases de efecto invernadero se emitían para producir cada tipo de dieta, estableciendo una equivalencia de 100 gramos de dióxido de carbono con 100 gramos de comida.

Todos los aspectos del ciclo de la vida de un alimento se tomaron en cuenta, incluida la forma de cocinarlo, dijo Darmon.

"El único paso que no se tomó en cuenta fue el transporte desde el supermercado a la casa", añadió.

En total, alrededor de 1.600 gramos de dióxido de carbono fueron emitidos por cada 100 gramos de carne producida. Eso es 15 veces más que lo invertido en la producción de frutas y verduras y alrededor de 2,5 veces más que lo invertido en pescado, cerdo, aves de corral y huevos.

Sin embargo, esa brecha se redujo cuando los investigadores analizaron cuántos gramos de dióxido de carbono fueron emitidos por cada 100 kilo calorías (kcal), una medida de la energía de los alimentos.

Siguieron siendo las carnes las que emitían más gases (857 gramos) para producir 100 kcal, pero solo tres veces más que las emisiones de gases lanzadas en una cantidad comparable de energía de frutas y verduras.

Cuando Darmon y sus colegas analizaron qué comía la gente para conseguir una cierta cantidad de energía de la comida cada día, hallaron que las dietas de "más calidad" en términos de salud - aquellas altas en frutas, verduras y pescado - estaban relacionadas con una emisión de gases de efecto invernadero igual, sino más, que las producidas por dietas de baja calidad, altas en dulces y sales.

En total, las dietas documentadas eran responsables de unos 5.000 gramos de emisiones de gases de efecto invernadero por día y por persona.

Darmon dijo que la gente con una dieta verde necesitaba comer más cantidad para conseguir la misma cantidad de energía que obtendrían de una pieza de carne.

Roni Neff, directora de investigación y política en el Centro de Escuelas de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg para una Futuro Habitable, advirtió en contra de tomar las conclusiones de una manera demasiado literal. Por ejemplo, según los cálculos del estudio, la gente necesitaría comer alrededor de cuatro kilos de fruta y verdura para compensar una porción pequeña de carne.

"Creo que están surgiendo un montón de preguntas importantes que necesitan una mayor investigación", dijo. FUENTE: http://bit.ly

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