La peor pesadilla del poderoso Imperio Romano no fueron los visigodos ni los bárbaros. Asterix y Obelix demostraron en las viñetas que con pócimas mágicas no había Cesar que se impusiera. Ahora vuelven a la gran pantalla, donde sus aventuras no han calado tan hondo, con Astérix y Obélix: Al servicio de Su Majestad, dirigida por Laurent Tirard.