MADRID (Reuters) - El Tribunal Supremo dictaminó el martes que el hotel de la playa almeriense de El Algarrobico, levantado en un parque natural de gran valor ecológico, viola la Ley de Costas, lo que abriría una vía para su demolición.
En una sentencia firme difundida el martes, el alto tribunal desestima el recurso de casación del Ayuntamiento de Carboneras, en cuyo término municipal se levanta el hotel a medio construir, contra el fallo de la Audiencia Nacional que en 2008 estableció que el edificio invadía la zona de servidumbre que la ley establece en cien metros.
"El hecho de que la Administración estatal de Costas informase favorablemente (...) no resta ápice al deber legalmente impuesto de adaptar las disposiciones del planeamiento urbanístico a lo previsto en la Ley de Costas", dice el texto de la sentencia.
El hotel de El Algarrobico ha sido objeto de controversia desde que la empresa Azata del Sol comenzara a levantarlo en una playa virgen del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar durante el boom inmobiliario que vivía España hace una década.
"Estamos esperando luz verde de los tribunales para poder meter la pala, siempre lo hemos dicho y por lo tanto estamos a la espera de que la madeja jurídica que hay en torno al Algarrobico despeje la posibilidad, que es la preferida por el Gobierno (andaluz), como es natural, de restituir a su estado original esta playa y estos entornos", dijo a los periodistas Mar Moreno, consejera de presidencia en funciones, sin añadir más sobre una posible demolición del edificio.
El Ministerio de Medio Ambiente del anterior Gobierno socialista y la Junta de Andalucía acordaron en diciembre pasado que pondrían en marcha un proyecto de recuperación de la playa en cuanto hubiera una sentencia firme.
Grupos ecologistas han llevado a cabo varias protestas en el edificio de una veintena de plantas y más de 400 habitaciones por considerar ilegal su construcción dentro de un territorio declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
"El Gobierno central y la Junta ya tienen lo que querían, una sentencia irrecurrible que declara que casi la mitad del edificio está construido ilegalmente", dijo Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, en un comunicado.
"Ya no quedan escusas y lo único que la ciudadanía espera es que se cumplan las resoluciones judiciales y que las administraciones públicas cumplan con su deber de protección del litoral", añadió Marcos.
Greenpeace recordó que la Junta había publicado el pasado viernes en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía una declaración que establecía que toda la parcela en la que se construyó el hotel era "no urbanizable".
Buena parte de la población de Carboneras estaba a favor de su construcción por el trabajo que proporcionaría el hotel en una localidad que sufre, como el resto de Andalucía, un elevado desempleo y que en los últimos años ha dejado de lado la agricultura y la pesca para apoyar su economía principalmente en el turismo.
"(Greenpeace) espera que los trabajos de demolición y recuperación de la zona se conviertan en un motor para el empleo verde y el turismo sostenible en la zona", dijo la organización ecologista.