Cultura

El capitán del crucero italiano aún tiene apoyo en su pueblo

META DI SORRENTO, Italia (Reuters) - Francesco Schettino, el capitán caído en desgracia del malogrado crucero Costa Concordia, es quizá el hombre más ridiculizado y vilipendiado de Italia, objeto de angustiados editoriales en los periódicos sobre el estado de la nación y objeto de bromas en todo el mundo.

Recluido bajo arresto domiciliario en su localidad natal de Meta di sorrento, cerca de Nápoles, está acusado de homicidio múltiple y de abandonar el barco antes de que se completara la evacuación de los 4.200 pasajeros.

Una grabación de su conversación con un oficial de la capitanía que le ordenó airadamente que volviera a su barco naufragado ha fascinado a Italia, convirtiendo en un héroe instantáneo al oficial Gregorio de Falco y asentando la imagen de Schettino como un cobarde.

Pero en Meta di Sorrento, un pintoresco pueblo de unos 8.000 habitantes situado en una escarpada ladera en la costa y donde casi todo el mundo tiene alguna relación con el mar, tiene mucha más simpatía.

"Le conozco de vista y por reputación. Siempre ha sido serio y capaz", dijo Giovanni Barbato, un ortodoncista de 27 años, que dice que muchos en el pueblo están muy ofendidos por la forma en la que prensa a mostrado a Schettino.

"Seamos claros, si es responsable está bien que acepte su responsabilidad, y basándonos en cómo se ha comportado siempre, lo hará. Pero estamos contra esta caza de brujas de los medios", dijo.

"En este pueblo somos muy sensibles a esta historia y todos estamos con el capitán", añadió.

En el pueblo se ven carteles de "¡Prensa y televisión, avergonzaos!" y "¡Capitán, no abandones!" y parece haber un resentimiento general sobre el trato que ha recibido.

La esposa de Schettino se negó el viernes a hablar con la prensa, ocultando su rostro tras un paraguas. En el pueblo muchos son reacios a que se les cite por el nombre, pero no hay duda de dónde están sus simpatías.

"Pobre, todo el mundo está contra él, de verdad contra él. Lo siento por él", dijo una vecina del pueblo, que declinó dar su nombre.

FORMACIÓN

La empresa de Schettino, Costa Cruceros, le ha suspendido de sus funciones y se ha declarado "parte ofendida" en el caso, que muchos expertos de la industria creen terminará con las mayores pérdidas de la historia en un seguro marítimo.

Schettino trabaja en Costa Cruceros desde 2002 como oficial responsable de seguridad, y fue ascendido a capitán en 2006 tras servir como subcomandante.

"Como todos los capitanes de la flota, ha participado en formación continua y programas de preparación y ha aprobado todas pruebas sobre su idoneidad para el puesto", indicó la empresa en un comunicado

Según los términos de su arresto, Schettino no puede hablar más que con su equipo legal y su familia cercana, pero su abogado dijo el viernes que está dispuesto a aceptar su parte de responsabilidad.

Costa Cruceros le atribuye toda la culpa del desastre y dice que estaba bien considerado como oficial competente, aunque el consejero delegado de la firma, Pier Luigi Foschi, dijo al periódico Corriere della Sera que había tenido "algunos pequeños problemas de personalidad".

Los documentos de su comparecencia ante el juez indican que se vio abrumado por el desastre cuando el barco chocó con una roca del fondo frente a la isla toscana de Giglio con más de 4.000 pasajeros y tripulantes a bordo.

Le describen abandonando el barco y observando "en un estado de completa inercia" cómo la enorme embarcación se inclinaba sobre un lado y su tripulación, en su mayoría animadores y personal de servicios en lugar de marineros, luchaba por coordinar la evacuación.

La investigación judicial está en sus inicios y ya se han planteado dudas de si fue el único responsable o si también los sistemas de Costa Cruceros se vieron afectados.

"Si es culpable, eso se aclarará y él pagará. Pero de esta forma, pasando por ello todos los días y arrastrando a su familia a ello, es demasiado", dijo un vecino, que sólo se identificó como Salvatore.

/Por Laura Viggiano/

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