
Madrid, 15 ago (EFE).- Lo de la "retirada" de los Tricicle, que el 1 de noviembre cumplen 40 años de humor gestual y surrealista, es como uno de sus gag. Se van sin irse y, de hecho, llevan de gira "de despedida" desde 2016, aunque, bromea uno de sus miembros, Joan Gracia, si los Rolling Stones les piden "telonearlos", vuelven.
"Hits", el espectáculo con el que Gracia, Carles Sans y Paco Mir aseguraron en 2016 que se despedían para poder dedicarse a "sus cosas", sigue de gira y está programado en Tarrasa, Tarragona, Vic, Girona, Málaga, Alcobendas, Cáceres, Badajoz, Jaén, Jerez de la Frontera, Huelva, Córdoba y Barcelona hasta el 1 de marzo, detalla Gracia en una entrevista con EFE.
"Es una retirada lenta y si surge una cosa divertida la hacemos. Nosotros no decimos adiós porque estemos peleados o no queramos estar juntos sino porque llevamos 40 años en esto y queremos bajar el ritmo y hacer otra cosa".
"No habrá un adiós definitivo. Si los Rolling nos llaman para que seamos sus teloneros, volvemos", bromea Gracia, director artístico del Grupo Pachá y del espectáculo "Lío", nacido hace nueve años en Ibiza.
Entre tanto, Paco Mir (1957), adaptador entre otras obras de "La cena de los idiotas", sigue dirigiendo y escribiendo teatro, y Carles Sans (1955) está preparando un espectáculo que contará "la vida de Tricicle de forma divertida", bromea de nuevo Gracia (1957).
En "Hits" recogen los "sketch" que han creado en "toda una vida" juntos y que tendrán también espacio en el documental que preparan sobre el grupo, que actuó por primera vez el 1 de noviembre de 1979 en Breda (Girona).
Ahora, Gracia está dedicado a mimar "la salud espectacular" del cabaret-restaurante "Lío", que se programa también temporalmente, como una "pop-up", en otras ciudades como Londres, la isla de Cerdeña o Barcelona.
"El dueño, Ricardo Urgell, amigo mío desde hace mucho tiempo, estuvo primero en conversaciones con el Circo del Sol para que se encargaran de la dirección artística pero no se entendieron y entonces me dijo a mí que si me atrevía...", recuerda.
De su acierto y "tirón" dan cuenta que este año han pasado ya por sus mesas Messi, Katy Perry, Rafa Nadal ..., aunque él recuerda especialmente a Anne Hathaway porque cuando estuvo en 2013, el año que ganó el Óscar, participó muy activamente en el espectáculo y dio mucho juego: "parecía que hubiésemos ensayado", se admira.
"Cuando vi a Paul McCartney también me quedé maravillado... Pasan por aquí todos, de Arnold Swazzeneger a Johnny Deep pasando por Valentino, Ronaldo o Madonna, y acaban bailando como cualquiera y lo hacen tranquilos porque no hay paparazzis".
Los que no se portan tan bien son los grupos de futbolistas de otras nacionalidades: "son muy jóvenes y se pasan el tiempo mirando al móvil".
La lista de espera para lograr una mesa es tan espectacular como sus "vip" a pesar de que han ido ampliando las plazas de las 350 iniciales a las 500 actuales.
El espectáculo, precisa, empezó siendo de variedades pero han ganado "en calidad, técnica y en relación de los artistas con el cliente"
"Es un show global y participativo que en una cena aparentemente tranquila se encuentra que pasan cosas muy divertidas y acaba a medianoche con 500 personas bailando".
La música es muy importante así como las voces en directo: "hay varios profesionales de los musicales y tenemos con nosotros a Luciano Bassi, del programa 'La Voz' de Argentina y dos cantantes del musical 'El rey León'".
El precio medio es de 200 euros, aunque hay vinos de 5.000 euros y el cliente que más se ha gastado, "una cuenta de varios ceros", fue un árabe que dejó de propina lo mismo que costó la cena.