
Barcelona, 25 oct (EFE).- La banca española es de las más expuestas de todo el mundo ante la crisis inmobiliaria mundial, según el estudio "Patrimonio inmobiliario y balance nacional de la economía española (1995-2007)", elaborado por Funcas, la fundación de la CECA.
El estudio destaca "la exposición de las entidades financieras al riesgo inmobiliario, que se sitúa también en España a la cabeza del ránking mundial", según este estudio.
El trabajo de Funcas señala que, según datos del Bank of International Setlements, el porcentaje de riesgo bancario vinculado con el sector inmobiliario supera el 65%, por encima incluso de países donde esta vinculación es muy fuerte, como Australia o Japón; y mucho más que en países europeos como Alemania (50%) o Reino Unido (20%).
Sobre la situación de España, el estudio recuerda "el gran peso que tiene el crédito a la compra, a la construcción y a la promoción inmobiliaria en su cartera, en consonancia con el gran peso que tienen las actividades constructivas e inmobiliarias en la economía nacional".
Es por ello por lo que el estudio recoge que a partir de 2002 las entidades financieras han empezado un "intenso proceso de titularización de su deuda hipotecaria", lo que supone que actualmente el 36% de la deuda hipotecaria española esté titulizada.
Esta singular situación patrimonial de la economía española hace que "sea la única" donde los activos no financieros suponen más de la mitad del total de los activos totales debido a la fuerza de la burbuja inmobiliaria en cantidad y a la revalorización paralela de la vivienda.
Según este informe, el elevado peso e incidencia de los activos inmobiliarios de las entidades financieras españolas "acentúa el riesgo" de una posible recesión inmobiliaria, que a su vez afectaría al resto del conjunto económico.
Este riesgo se agrava por el hecho de que España es el país europeo con mayor porcentaje de créditos hipotecarios concedidos a interés variable, lo que es de especial importancia en un escenario de subidas progresivas de tipos de interés.
Las entidades financieras ya están notando estos riesgos, sobre todo en un repunte de la morosidad, tanto en el crédito hipotecario al comprador como en el crédito al promotor, según este estudio.
Esta exposición a la crisis inmobiliaria tiene su origen en la revalorización que sufrió la vivienda durante el decenio de 'boom' inmobiliario, entre 1996 y 2006, en el que el valor del patrimonio creció a una tasa media interanual del 13,5%, mientras la renta disponible sólo lo hacía al 7,2%.
Un diferencial que se hizo más acusado en los últimos cinco años, cuando el valor del remanente aumentó a una media anual del 16,5%, teniendo en cuenta además que en esta evolución del valor del patrimonio inmobiliario Cataluña concentraba, en 2007, el 18,5% del valor en el conjunto de España, seguida de Madrid (17,4%) y Andalucía (15,5%).
Aun así, no sólo las entidades financieras se ven abocadas a la crisis inmobiliaria, ya que los hogares verán incrementada su deuda a medida que decaiga la actividad económica en el sector.
"Los precios de mercado de las viviendas pueden bajar, recortando de hecho el valor efectivo del patrimonio inmobiliarios de los hogares, sin que su endeudamiento hipotecario se reduzca en consonancia", aventura el estudio de Funcas.