Construcción Inmobiliario

"En los años de crisis han desaparecido el 70% de los agentes inmobiliarios"

  • Susana Burgos y J.L. Ruiz Bartolomé, autores de 'Vuelve, ladrillo, vuelve'
Susana Burgos y José Luis Ruiz Bartolomé, autores del libro 'Vuelve, ladrillo, vuelve'.

Entre 2010 (fecha en la que José Luis Ruiz Bartolomé publico Adiós, ladrillo, adiós) y 2015 (sale a la luz Vuelve, ladrillo, Vuelve, escrita al alimón con Susana Burgos) han pasado cinco años en los que España ha cambiado.

España y los españoles, que aún se afanan en entender cómo pasaron de las mieles a las hieles sin que nadie hiciera nada. Quizás porque estemos en campaña electoral o bien, porque como reconocen los entrevistados, hay indicios claros de que lo peor ha pasado, algo se mueve en el negocio inmobiliario.

La exministra María Antonia Trujillo dijo que "parece mentira que para vender una lechuga haga falta el carnet de manipulador de alimentos, mientras que para vender un inmueble no hace falta nada". ¿Vuelven los 'señores del ladrillo' al olor de las sardinas?

(S. B.) Irán volviendo poco a poco, pero serán otros inmobiliarios. Porque el mercado no tiene nada que ver con el de los años del boom, por pragmatismo, por sentido común... me cuesta creer que volvamos a toparnos con otro Enrique Bañuelos, por ejemplo, al que le dio por encargar una paella para 20.000 en el Central Park de Nueva York en el verano de 2006. De producirse, detrás de cada signo de ostentación en el futuro, estará el trauma de lo mucho sufrido cuando empezaron a venir mal dadas.

¿Qué ha cambiado?

(J. L. R.) Todo. Ha habido una purga enorme en el sector. Hemos asistido a la caída de grupos promotores inmobiliarios a los que se les ha retirado la respiración asistida. También hemos visto una purga en la banca y en las cajas y que fueron las que dieron gasolina a esa burbuja inmobiliaria. La cura ha puesto activos inmobiliarios bajísimos y, por supuesto, ya no se financian al 120%. Existen también nuevos protagonistas como los fondos de inversión o las socimis que antes no existían, o una apuesta clara por el alquiler.

Son los argumentos que dan en su libro para ver la botella medio llena, pero también la ven medio vacía... y eso preocupa.

(J. L. R.) Sí, todavía es necesario definir aspectos como una legislación común. Hoy por hoy hay una cesión a las CCAA, lo que genera inseguridad en los mercados. Hace falta una unanimidad, un pacto entre gobiernos regionales. Otro aspecto pendiente de regular para evitar burbujas locales es la liberalización del suelo.

España llegó a construir más casas que Inglaterra, Alemania e Italia juntas. Hasta 800.000 en un año. El ladrillo suponía un 20% del PIB. ¿Cuál es el ideal?

(S. B.) Probablemente la mitad: en torno al 10%-11%, como el sector turístico o el automóvil. Poner tantos huevos en un mismo cesto es un despropósito.

En su libro demonizan las hipotecas a interés variable. ¿Una hipoteca mal dada -como dice en su libro el consejero delegado de Irea, Mikel Echavarren-, es un arma de destrucción masiva?

(J. L. R.) Por supuesto. Todo el mundo, también yo, se apuntó a la variable. Al banco le interesa, porque todo el riesgo cae en el deudor y al comprador porque es a bajos tipos y a plazos muy largos fáciles de pagar. Además, con el tipo variable no se exige entrada y el esfuerzo por ahorrar es menor. Es la diferencia entre ser y sentirse rico. Habría que buscar otro modelo o pensar una fórmula mixta.

¿Qué hizo mal el Gobierno o qué no quiso hacer?

(S. B.) La irresponsabilidad fue mayúscula. Por parte del Gobierno socialista, del Banco de España, y, si me apura, de muchos promotores y constructores que, como la orquesta del Titanic, siguieron tocando para negar la evidencia de que el barco se iba a pique. En el libro enumeramos las medidas que debieron haberse tomado para evitar que se inflara una burbuja descomunal. Los ciclos económicos duran ocho años y los políticos, cuatro (en el mejor de los casos; pensando sólo en las elecciones generales). Ese es el problema.

De hecho se hacen eco de las declaraciones del exministro socialista Miguel Sebastián al periodista Mariano Guindal... "Menos mal que no vamos a ganar, porque la que se viene encima es gorda".

(J. L. R.) ¡Y lo fue! ¡Y muy gorda! Los españoles tenemos un problema y es que somos cortoplacistas. Pensamos en hoy y no en el futuro. La construcción generaba empleo y riqueza para todos y nadie se atrevía a tomar medidas impopulares que pudieran restar votos. La frase que más se decía era a ver quién le pone el cascabel al gato. Se practicaba la política del avestruz. Hacíamos como que no pasa nada.

La sombra de la crisis es alargada: Martinsa, Reyal? habrá más.

(S. B.) Es probable, porque una cosa es lograr firmar un convenio y otra, poder cumplirlo. Pero el proceso ha sido demasiado doloroso y han pagado justos por pecadores.

¿Cuál será el siguiente título?

Aquí hay diferencias de criterios. (J. L. R.) Sigue, Ladrillo, sigue.

(S. B.) Lo suyo es que no tengamos que escribir otro libro sobre el ladrillo. Ni porque enferme ni porque se cure.

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Comentarios 6

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Luis
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No tiene sentido escribir un libro para no decir la verdad. El problema inmobiliario es político, ya que no hay en España una ley de financiación de partidos políticos ni ayuntamientos. Por ello, recurren a reclasificar suelo para financiarse y cobrar el dinero de las licencias de construcción, además de parte de las plusvalías del suelo por medio de los promotores a los que han chivado qué suelos se iban a reclasificar. En Francia los impuestos se reparten entre el estado y el ayuntamiento donde vives, por lo que no necesitan urbanizar y construir indefinidamente (cosa sin sentido, porque la población no crece al ritmo que el ayuntamiento necesita para financiarse, por lo que se crea una burbuja: no se adapta la oferta a la demanda, sino a las ganas de financiarse del político de turno).

Puntuación 3
#1
El despertar de los endeudados vivientes
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#1 Pues sí, pero no solo.

Todas esas recalificaciones no se habrían hecho si el encarecimiento de la vivienda no hubiera resultado cada vez más beneficioso para promotores, constructores y ayuntamientos.

Y eso nunca hubiera pasado si los españoles hubiéramos sabido decir NO.

A los precios caros hay que saber decirles NO. Es lo que os dicen vuestros jefes cuando les pedís un aumento de sueldo, ¿no? Pues aprended de ellos.



En su momento me ahorré un 66 % solo en el PVP de la casa.

Primero, porque no quise pagar lo que me pedían los promotores de viviendas que solo estaban en los papeles. Desde que compré mi casa existente hasta la entrega de llaves de la nueva casa pasaron varios años. (Añadid al ahorro del PVP el del alquiler durante esos años).

Segundo, porque no quise pagarles por servicios que no necesito: Seguridad, piscina y jardines en un patio que me taparía las vistas. (Añadid el ahorro en los costes de mantenimiento de cosas que no uso).

Tercero, porque regateé con el anterior propietario de mi casa.



Pero comprendo que no todos sepan decir NO a los vendedores. Varias generaciones viviendo en una tiranía violenta primero y después en una cultura de las apariencias están dejado un poso terrible en nosotros.

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#2
JRC
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No hay tampoco que flagelarse. La burbuja que hemos tenido en España la han tenido en USA, en Irlanda, en Uk y en China la estan teniendo, y un largo etc..

En España se construyo mucho porque los precios estaban muy altos y la gente no podia acceder a la vivienda. El hecho de que se construyera mucho no es malo en si.

El problema es que mucha gente se quiso hacer rica muy rapido, endeudandose hasta las orejas, como en cualquier burbuja.

Francia es uno de los raros paises donde no ha habido una burbuja, o por lo menos no en los mismos niveles, pero porque Francia tiene una economia muy poco ciclica, mucho menos que la mayoria de paises.

Puntuación 0
#3
PISITÓFILOS CREDITÓFAGOS
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Es mentira que esté volviendo El Pisito.



Sólo hay ganas de que vuelva efímeramente y por razones muy cerdas. No sólo lo saben quienes lo publicitan, sino también la gente, que no es tonta y sabe que ES IMPOSIBLE QUE MEJORAS INFINITESIMALES DE LA ECONOMÍA SE TRADUZCAN EN AVANCES DIGITALES DE TRANSACCIONES Y PRECIOS INMOBILIARIOS.



Agotada la represión del rentismo financiero fijo, de los beneficios empresariales y de los salarios, esta España del ESTRANGULAMIENTO FINANCIERO TOTAL FINAL, con el Estado reunido con familias y empresas en las cimas heladas del supermegahiperendeudamiento, no puede permitirse aumentar el porcentaje de PIB-Renta destinado a bolsillos de propietarios inmobiliarios, ya sean alquileres, ya sean plusvalías, salvo que esta idiotez anticapitalista se financie bajando las pensiones de jubilación.

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#4
El despertar de los endeudados vivientes
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#4 ¿"ESTRANGULAMIENTO FINANCIERO TOTAL?"

¿Tú no recuerdas qué pasaba el siglo pasado con el crédito?

Las hipotecas tenían tipos de interés de dos cifras. Superiores al 10 %. Así pagaron muchos españoles hasta no hace tanto.

Y los empresarios tenían tan difícil conseguir crédito como para que se creara el dicho "los bancos te dan un paraguas cuando hace sol y te lo quita cuando llueve".

Porque si pedías un crédito al consumo para un coche te lo daban con extrema facilidad. Pero si tenías un plan de negocio para una empresa nueva o para un nuevo proyecto de tu empresa, los bancos no ponían más que pegas, aunque el comercial de banca que te atendiera ni siquiera entendiera tu negocio.

Es más, ahora hay crédito. Pero como antes: Para el que ya tiene liquidez. A mí de tarde en tarde el banco me ofrece créditos "instantáneos" de hasta 5 cifras. Tengo en productos diversos más de lo que me ofrecen, pero supongo que en el banco esperan que en algún momento pueda tener una necesidad ineludible o un capricho irreprimible cuando tenga comprometido más dinero del oportuno.

Pues van dados. Mi libertad no está en venta.

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#5
Bob
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Si haces caso a los estudios en The Economist, Francia tiene la burbuja más grande de todas (relación entre alquileres y valor de los pisos).

Nunca digas nunca jamas

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#6