
Las grandes constructoras hacen caja. Y lo hacen a lo grande, con una facturación hasta junio de 30.000 millones de euros que equivale al ajuste presupuestario presentado por el Gobierno de Francia para este año o a la deuda total del Ejército español. Además, el 80% es nuevo negocio. Gráfico: las grandes hacen 'caja'
Así, sólo en el primer semestre del año, las ocho grandes del sector (ACS, FCC, Ferrovial, OHL, Abertis, Sacyr, Acciona e Isolux Corsán) han facturado más de 30.000 millones de euros a golpe de desinversiones y nuevos contratos. Más de la mitad de estos nuevos pedidos están en su mayoría fuera de nuestro país.
En cuanto a la venta de activos (19,6% del total), sólo OHL, Isolux Corsán y Acciona no computan ninguna operación en sus balances; para el resto, por el contrario, la política de desinversiones va íntimamente ligada a la deuda y ha supuesto un saneamiento de sus números y una apuesta firme por volver a su negocio inicial.
"Zapatero, a tus zapatos"
"Es volver al zapatero a tus zapatos", dice un analista que recuerda incursiones fallidas como la de Sacyr en Repsol o FCC en el negocio inmobiliario a través de Realia, hoy en venta.
Así de claro lo dejó el presidente de Sacyr, Manuel Manrique: "debería empezar por desinvertir". Y desde entonces su acciones no han parado de subir en bolsa. La posible venta de su filial Vallehermoso, las comercializaciones millonarias de la Torre Adrià (por 450 millones de euros) o un edificio en Miami (141 millones de euros) o los contratos que se ha adjudicado recientemente en varios países han disparado la acción hasta un 80%. Entre las desinversiones figura la venta del 45% de la autopista M-50 (Irlanda) por importe de 125 millones de euros.
En cuanto a los nuevos contratos, Sacyr ha seguido ampliando su presencia internacional con la entrada en cinco nuevos mercados en expansión: Reino Unido, Qatar, India, Mozambique y Perú; además ha continuado consolidando su presencia en otros mercados donde ya está presente. Gracias a esta diversificación, el 82% de la cartera de obra procede ya de contratos en el exterior.
En el caso de Ferrovial, la venta del aeropuerto londinense de Stansted ha reportado al grupo de la familia el Pino 1.785 millones de euros, una cifra que se suma a los 2.16,5 millones de euros de nuevas adjudicaciones y que supone el 56,5% de su facturación.
En FCC, la familia Koplowitz cierra el semestre con una caja de 8.369 millones de euros. Las desinversiones de los negocios tóxicos y los nuevos contratos han colocado a la constructora la segunda en este ranking y la primera en hitos históricos. Así, FCC construirá tres líneas del metro de Riad por 6.070 millones de euros, el mayor contrato de una empresa española en el extranjero.
También ACS ha cerrado esta semana un contrato por 1.900 millones de euros para construir en Macao el mayor casino del mundo. Además, a través de su filial Leigthon ha conseguido el mayor contrato de su historia al adjudicarse el centro de gestión de mineral de Hierro de Forescue Metals en Australia con un valor final de 2.100 millones de euros.
Las infraestructuras en España han dado prestigio a las empresas españolas, muy solicitadas para grandes obras en el extranjero. Como OHL, que ampliará el metro de Doha en consorcio con Samsung por 1.100 millones. Su cartera de 2.498,5 millones incluye carreteras, trenes y vías de metro en Perú, Eslovaquia, EEUU y República Checa. En este semestre todavía no computa el proyecto de Canalejas que se construirá sobre una superficie de 16.000 metros cuadrados que cambiarán el centro de Madrid.
En cuanto a Abertis, la empresa de Salvador Alemany ganó 1.024 millones de euros en 2012, un 42,3% más por las desinversiones, política que mantiene ahora con las ventas de los aeropuertos de Luton (Londres) a Aena por 502 millones de euros o el de Cardiff (Gales) por 61 millones.
Por su parte, Isolux Corsán y Acciona recogen resultados con nuevas adjudicaciones en Sudamérica y África, donde han facturado por distintos negocios 1.300 millones de euros y 671 millones, respectivamente.