
Las grandes constructoras cambian su curso político. Bien porque toca renovar (en algunos de los casos, los menos) o bien por una gestión con magros resultados. Es cierto que la crisis pesa, que la licitación en España ha caído en un 70 por ciento y que 2013 va a ser, cuando menos, igual o peor. Todo esto es cierto, pero las cuentas de resultados son las que mandan y las que deciden quién se sienta dónde. Y quién ya no se sienta, como es el caso de Baldomero Falcones, relevado de sus cargos en FCC como presidente y consejero delegado, a pocos meses para su jubilación.
La razón, en cualquiera de los supuestos, es dar un giro de 180 grados a la empresa en unos momentos muy difíciles: las grandes cotizadas españolas -Acciona, ACS, FCC, Abertis y Sacyr - perdieron el año pasado casi 2.000 millones de euros de capitalización en bolsa. A esto se une un calendario de vencimientos de casi 6.000 millones. Sin duda, urge un cambio y el gran paso lo ha dado FCC, a la que este año le caducan 2.120 millones de euros, un 27 por ciento del total de sus compromisos financieros.
Pero no hay dos sin tres (o más) y al relevo de Falcones le han seguido otros cambios en la cúpula de las grandes, entre ellos, Isolux, Grupo Sanjose, Ferrovial, Sacyr, ACS, Abertis y OHL. El baile de sillas es contagioso.
Adiós a Falcones
Baldomero Falcones se va.... del todo. Aunque podría mantenerse en la empresa como primer ejecutivo otros dos años, el descontento generado entre los accionistas no le animan a quedarse. No en vano, Falcones ha hecho historia en la casa no por la deuda de 7.000 millones o por una caída de sus valores en bolsa del 53,2 por ciento, sino por la decisión insólita de suspender el dividendo a cuenta de resultado días antes de la Navidad.
A falta de que se celebre un consejo de administración extraordinario, todo hace pensar en una bicefalia en la que la accionista de control, Esther Koplowitz, sería la presidenta no ejecutiva. Por su parte, el hasta ahora presidente de Globalvía y Cementos Portland, Juan Béjar, sería el primer ejecutivo del grupo. En paralelo, FCC nombraba nuevo consejero delegado de Alpine a Alejandro Tuya y decía adiós a Johannes Dotter, quien dimitía por las discrepancias surgidas con Esther Koplowitz.
La renovación en FCC coincide con la efectuada en Isolux, provocada en parte por la marcha de su consejero delegado Antonio Portela. La compañía que preside Luis Delso se reorganizará en dos áreas: Isolux Infra- estructure e Isolux Corsán, a cargo de Santiago Varela y José García, respectivamente. Se suman al organigrama el presidente de Abertis, Salvador Alemany, y el expresidente de Agbar, Jordi Mercader.
También en 2012 Florentino Pérez (ACS) se puso las pilas. Aunque en casa está tranquilo (ha aplazado hasta 2015 sus obligaciones), la filial alemana Hochtief le provoca un dolor de cabeza por valor de 800 millones de euros.
Como antídoto, Pérez encargó en abril al ovetense Fernández Verdes relanzar Hochtief en sustitución de Frank Sieler, que dejó el puesto de presidente y consejero delegado. Según el directivo, con Fernández Verdes, Dragados, filial constructora de ACS, cuadruplicó su volumen de facturación internacional en un periodo de cuatro años.
La decisión se produjo después de que el consorcio constructor alemán hubiera reducido sus previsiones de beneficios en el año en más de 100 millones de euros de euros.
También la familia Del Pino anda de cambios. La pasada semana Joaquín Ayuso salía de la presidencia y el consejo de Ferrovial Agromán para dar paso al consejero delegado de Ferrovial, Iñigo Meirás, que ha sido nombrado presidente de esta área.
El año pasado también fue un ejercicio intenso para OHL y Abertis y, por extensión, para ACS. Abertis absorbía el negocio de concesiones de autopistas que OHL tiene en Brasil y Chile. En paralelo, ACS vendía el 10 por ciento que controlaba en Abertis, un 4,7 por ciento se lo cede directamente OHL y el un 5,3 por ciento se lo traspasa a la propia Abertis.
Estos cambios provocaron la salida del consejo de Abertis de los tres hombres de ACS (Florentino Pérez, Ángel García Altozano y Pablo Vallbona) y la entrada de Juan Miguel Villar Mir, su hijo Juan Villar Mir de Fuentes y Tomás García Madrid.
Además, el marqués ha dado un giro a su política al convertir en sociedad anónima la matriz con la que controla OHL, Fertiberia, Ferroatlántica y VM Energía. Entre los cambios de su organigrama están la entrada de Juan Luis Osuna, (OHL Concesiones), Mónica de Oriol y Francisco Marín (OHL Construcción).
En Sacyr, la batalla se libró en 2011. El consejo forzó la dimisión de Luis del Rivero por el caso Repsol y permitió la entrada de Manuel Manrique, nuevo presidente, y de Demetrio Carceller, vicepresidente.
El último en mover ficha ha sido el Grupo Sanjose, que como informamos hoy en elEconomista nombraba a Roberto Rey Perales consejero delegado para cubrir la vacante de Miguel Zorita. Manuel Merino será el nuevo director financiero. En el sector avisan: "Se contagia".