
Madrid, 15 jun (EFE).- El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha dicho hoy que espera que los "indignados" del 15-M no se conviertan en un movimiento de intolerancia porque entonces se estarían haciendo daño a sí mismos.
Lara, en declaraciones a la Cadena Ser, según un comunicado de esta emisora, ha mostrado su disconformidad con los hechos en los que se ha visto envuelto esta mañana en la protesta por el desahucio de una familia en Madrid, en los que ha sido zarandeado e increpado por algunos manifestantes.
En este sentido, ha querido dejar claro que se había acercado a la concentración como un ciudadano más, y ha considerado que algunos de los participantes en la protesta han malentendido que diera su opinión a los medios, momento en el que ha sido increpado por algunos de los congregados.
Lara ha defendido su libertad de expresión y de conciencia y la potestad de echar una mano, porque si le quitan eso "le están quitando un derecho fundamental", ha dicho.
Además, ha señalado que "algunos de los jóvenes están equivocados cuando meten a todos los políticos en el mismo saco" y ha subrayado que tienen que ser capaces de discriminar.
"Yo sigo siendo rebelde -ha apostillado- y no se me ocurriría jamás rechazar a nadie que de una manera también rebelde esté en cualquier movimiento de este tipo".
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