
Barcelona, 14 jul (EFE).- Los comerciantes de la calle Mallorca de Barcelona, desde hoy cortada al tráfico por las obras del AVE, reclaman ayudas a las administraciones públicas para poder "sobrevivir" a los perjuicios que, aseguran, les causarán estos trabajos, que se prolongarán durante más de un año.
Eva Grau, propietaria de una tienda de moda y portavoz de una plataforma de comerciantes nacida con motivo de estas obras, ha asegurado a Efe que el barrio se verá "comercialmente empobrecido" por los trabajos, ya que muchos clientes acudirán a comprar a otras zonas con menos molestias.
"Hoy hay una oferta muy variada y riquísima en Barcelona, ¿por qué va a venir a comprar aquí alguien si puede ir tres manzanas más allá y tiene las aceras y los comercios al cien por cien?", ha señalado Grau.
La comerciante, que ha colgado en su establecimiento una gran pancarta anunciando "liquidación por obra", asegura que los negocios se verán afectados por el ruido, el polvo, las vallas, las obras y las grúas, lo que comportará no sólo la pérdida de clientela, sino también que muchos tengan que cerrar.
Es por ello que los comerciantes del entorno de la Sagrada Familia, donde se concentrarán las obras, han reclamado hoy a las administraciones que les otorguen una compensación económica por los problemas que sufrirán durante los próximos meses.
"Lucharemos por sobrevivir y para que nos den una ayuda que se nos ha negado, porque después de un año y medio de obras no nos dejarán ninguna estación del AVE ni ningún premio, sino un barrio empobrecido", ha subrayado Grau.
El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Francesc Narváez, ha afirmado que los comerciantes serán informados "puntualmente" del transcurso de las obras a través de los responsables de las mismas, que ejercerán de interlocutores y estarán a pie de calle.
Ha explicado asimismo que desde el área económica del consistorio se ha impulsado una campaña de promoción comercial de la zona que se desarrollará "durante y después" de las obras.
"Las consecuencias negativas han de ser realmente pocas, ya que siempre se garantiza la entrada a las tiendas por la acera", ha remarcado el concejal.
Pero el optimismo de Narváez contrasta con la opinión de vecinos y comerciantes, que se quejan de que el ruido de las obras es hoy ya "insoportable", pese a que "lo peor está aún por llegar".
Todos coinciden en que estas molestias se podrían haber evitado si el trazado del túnel del AVE se hubiera diseñado por el litoral, en vez de por el centro de Barcelona, junto al templo de la Sagrada Familia.
Mari Carmen Blasco, residente en la confluencia de las calles Mallorca y Castillejos, considera que los trabajos comportarán "graves problemas circulatorios", pero que la principal preocupación es que se garantice la seguridad de todos los edificios de la zona, para que no ocurra lo que pasó en 2005 en el barrio del Carmel, cuando se hundió un túnel en obras del Metro.
"Lo que no queremos es que pase ninguna desgracia como en el Carmel", ha apuntado Conchi Hernández, otra vecina de Mallorca.
"Pero ya está hecho, la obra ya está aquí y no podemos hacer nada", ha añadido Mari Carmen Blasco.
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