
Madrid, 26 may (EFE).- Los promotores inmobiliarios aseguraron hoy que en el cambio de modelo de crecimiento no se debe "despreciar al sector", que en el futuro aportará el 8 por ciento al PIB y generará el 10 por ciento del empleo en España.
Así lo manifestó hoy el presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, durante su intervención en la Conferencia Inmobiliaria de Madrid donde diferentes expertos tratarán de sentar las bases del nuevo modelo de crecimiento del sector una vez "atraviese estos años de transición".
Reconoció que no era sostenible el crecimiento que ha mantenido en los últimos años el sector inmobiliario, tanto en producción como en precio, aunque ha situado a la economía española por encima de la media europea.
No obstante, indicó que se trata de "un sector de futuro, sobre el que planificar la economía española" que, aunque ahora se está ajustando excesivamente, llegará a la estabilidad cuando la demanda alcance las 400.000 viviendas.
En la actualidad, hay una coyuntura difícil para la actividad y para la compra de activos, debido a la restricción del crédito por parte de las entidades financieras, a las que demandó financiación de igual manera que la que otorgan a sus compradores de vivienda.
La venta de viviendas por parte de cajas de ahorro y bancos "no es su actividad", pero es "un lastre que tienen que liquidar", dijo Galindo, quien matizó que deben hacerlo "con cautela para que no afecte a los soportes artificialmente".
De cara al cambio de modelo de crecimiento, Galindo abogó por que inmobiliarias, entidades financieras y administraciones públicas trabajen juntas.
En el ámbito inmobiliario, el presidente de los promotores aseguró que las empresas prácticamente han agotado el margen del 20 por ciento de bajada de precios que tenían, en la medida en que las familias han ido encontrando financiación para la compra de vivienda.
No obstante, el requisito indispensable para la recuperación del sector es el sistema financiero, que debe financiar la construcción de edificios y la compra de los activos de las inmobiliarias por parte de las familias, por lo que abogó por que se faciliten las subrogaciones de los compradores al crédito al promotor.
Por otro lado, las administraciones públicas pueden poner en marcha medidas fiscales para hacer solvente a la demanda, aunque se mostró escéptico ante la medida propuesta por el Ejecutivo de eliminar la desgravación por compra de vivienda a partir de 2011 para rentas superiores a los 24.000 euros.
"Las medidas deberían ser anticíclicas, que impulsaran la actividad en momentos de recesión y la enfriaran en momentos más álgidos", dijo Galindo, quien apostó por una incentivación positiva con medidas de incremento de las desgravaciones con plazos de eliminación de forma progresiva.
También denunció la financiación de las administraciones públicas, que funcionan como un factor distorsionante del precio del suelo y de los productos últimos inmobiliarios.
En cuanto al alquiler, uno de los modelos de acceso a la vivienda impulsados por el Gobierno, el presidente de los promotores pidió que se instauren los juicios rápidos en materia de desahucios, porque hasta ahora no había suficientes garantías para la oferta mientras que la demanda debía hacer frente a cláusulas en ocasiones abusivas.