
Madrid, 8 abr (EFE).- Metrovacesa no comparte la decisión de su filial francesa Gecina de romper el acuerdo de separación de la inmobiliaria española suscrito en 2007, según se desprende de un comunicado remitido hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
METROVACESA (MVC.MC) que no tomó parte en la decisión del Consejo de Administración de Gecina, ha asegurado hoy que se reserva "los derechos y acciones que le puedan corresponder", si bien desde la inmobiliaria no precisaron qué tipo de actuaciones podría emprender.
No obstante, Metrovacesa ha asegurado que analizará la decisión del máximo órgano de Gecina para valorar si concurren las circunstancias que hacen inviable la ejecución del acuerdo.
Asimismo, recuerda que el acuerdo establecía que en el caso de que surgiesen circunstancias que impidiesen su ejecución, las partes deberían efectuar "cuantas actuaciones o modificaciones sean necesarias para que se cumpla el espíritu del plan".
La inmobiliaria responde así a lo anunciado ayer por la empresa francesa, que decidió abandonar definitivamente el acuerdo de separación de Metrovacesa, porque en el actual contexto económico crearía una situación "insostenible" para la empresa.
La francesa excusó su decisión en que Gecina como tal no era una de las partes que había establecido el acuerdo de separación con Metrovacesa y que, por tanto, no tiene ninguna obligación de aplicarlo.
Gecina renunció así a dar el último paso en un complejísimo acuerdo de escisión, suscrito en 2007 entre los principales accionistas de Metrovacesa: la familia Sanahuja -que controlaba entonces la inmobiliaria- y el tándem formado por Joaquín Rivero y Bautista Soler, con la intención de poner fin a un conflicto entre ambas partes.
Sólo quedaba que Gecina recomprara las acciones en poder de Metrovacesa a cambio de algunos activos inmobiliarios en Francia, para lo que la francesa había lanzado una oferta pública de adquisición de títulos para ceder los citados bienes.
Sin embargo, la Autoridad de los Mercados Financieros en diciembre de ese año y el Tribunal de Apelación de París en junio de 2008 habían inhabilitado la última parte del acuerdo, al considerar que había una acción de concierto.
Entre tanto, el control de la matriz de Gecina, cuya situación financiera no ha dejado de empeorar por la crisis inmobiliaria, ha pasado a manos de los bancos acreedores de la familia Sanahuja, lo que, a juicio de la francesa, ha acabado con la vigencia del acuerdo, que no fue firmado entre las empresas, sino entre sus accionistas.
Metrovacesa aún controla el 26,9 por ciento del capital de Gecina, mientras Rivero posee el 17,8 por ciento y Soler, el 15,3 por ciento.