
Barcelona, 3 abr (EFE).- El precio de la vivienda nueva bajó en 2008 en Cataluña un 7,3 por ciento, hasta situarse en los 3.252 euros el metro cuadrado, según un estudio de la Generalitat elaborado a partir del análisis de 216 municipios catalanes.
El precio de los pisos de segunda mano también descendió el pasado año un 7,9% y se situó en los 3.385 euros, después de un década con incrementos anuales superiores al 10 y al 15% y del estancamiento de 2007, como consecuencia de la fuerte reducción de operaciones de compraventa en el mercado inmobiliario.
Por demarcaciones territoriales, Barcelona fue la provincia con la obra nueva más cara, con un precio medio de 3.776 euros/m2, seguida de Girona (2.799 euros/m2), Tarragona (2.510 euros/m2) y Lleida (2.151 euros/m2).
El estudio, conjuntamente con el Ayuntamiento de Barcelona, la Asociación de Promotores de Barcelona, la Agencia Tributaria y la Gerencia Regional del Catastro de Cataluña, constata asimismo que la superficie media construida en la comunidad ha seguido una tendencia a la disminución.
Así, la media de Cataluña ha pasado de 99 a 94 metros cuadrados construidos, lo que evidencia cómo la oferta busca vías para adaptarse a las capacidades de compra de los ciudadanos, como resultado de la subida continuada de los precios y las limitaciones de crédito existentes.
En cuanto al ritmo de ventas, el plazo medio necesario para la comercialización total de una promoción media es de 44 meses, es decir, de tres años y medio, cuando en 2007 era de 32 meses, en 2006 de 19 y en 2005 de 14.
Territorialmente, las diferencias son bastante significativas. En la ciudad de Barcelona, por ejemplo, se tarda una media de 53 meses en vender una promoción, mientras que en los municipios de su conurbación el período medio es de 46 meses.
Los plazos se reducen a medida que las promociones se alejan del área metropolitana.