
La Guardia Civil registra el Ayuntamiento de la localidad gerundense y detiene a un exsocio de Jordi Pujol Ferrusola.
La temporada de verano no ha empezado con buen pie en la localidad costera de Lloret del Mar (Girona). Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a tres personas en el marco de la operación Trueno, en la que se investiga la presunta contratación irregular del ayuntamiento de Lloret de Mar de servicios al Grupo GBI. En esta operación también se investiga el posible pago de comisiones a la fundación Catdem, relaciona con Convergència.
La operación, coordinada por la Fiscalía Anticorrupción y el juzgado de instrucción número 2 de Blanes, investiga diversas adjudicaciones de concesiones de recogida de basuras y limpieza, así como de gestión y obras del centro de tratamiento de residuos municipales, "en connivencia con autoridades y funcionarios públicos del Ayuntamiento", según señala la Fiscalía.
El juez que dirige el caso ha ordenado el bloqueo de las cuentas corrientes y el embargo de bienes pertenecientes al grupo empresarial, que dirige Gustavo Buesa Ibáñez, exsocio de Jordi Pujol Ferrusola, y que fue uno de los tres detenidos tras los registros de ayer.
Siguiendo la pista desde 2013
Además, la operacíon se saldó con el arresto del interventor del consistorio, Carles Arbó, y el secretario municipal, Rafael García, que fueron puestos en libertad, aunque deberán prestar declaración ante el juez el jueves de la semana que viene por supuestos delitos de prevaricación, cohecho, malversación de fondos públicos, actividades prohibidas a los funcionarios públicos y tráfico de influencias, entre otros aspectos.
La operación Trueno, que continúa abierta, se deriva de las investigaciones iniciadas en la operación Clotilde, lanzada en enero de 2013.