
El déficit de las autonomías terminará este año entre el 1,5 y el 1,6% del PIB, apenas por debajo del 1,66% en el que concluyeron 2014. Así lo determina la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que no ha variado un ápice su discurso previo al verano pese a que el Ministerio de Hacienda insiste en que las finanzas están bajo control. AIReF, de hecho, contempla un déficit para el conjunto de las administraciones en torno al 5%.
Lo cierto es que el escenario que dibuja el organismo que preside José Luis Escrivá es desalentador. Apenas cinco regiones cumplirán el límite fijado por Hacienda para este año: son Galicia, La Rioja, Canarias, País Vasco y Asturias. El resto, con mayor o menor intensidad, se desviará del 0,7% que había fijado el ministro Montoro.
Cuatro de ellas ostentarán el dudoso honor de triplicar e incluso cuadruplicar, como es el caso de Cataluña, ese límite. Tanto es así que, atendiendo a esos números y al volumen de su pasivo, no es descartable "un escenario de insostenibilidad de su deuda", según fuentes de AIReF, sin el paraguas de los mecanismos de financiación puestos en marcha por Hacienda. Ese riesgo cobra mayor protagonismo en Cataluña por "los acontecimientos políticos" de los últimos tiempos. "Para elaborar nuestras previsiones hemos contado con información de la Generalitat, pero no tenemos Presupuestos y tampoco líneas maestras", arguyeron fuentes de la entidad.
El escenario de insolvencia sin el colchón de Montoro también podría afectar a Murcia, cuyo déficit de este año será el segundo más elevado del país (entre el 2,7 y el 2,4%); y a la Comunidad Valenciana, con un desfase algo inferior de entre el -2,3 y el -2,1 pero con el volumen de pasivo en relación al PIB más elevado entre las autonomías (supera ya el 40% según los datos del Banco de España).
Futuro complicado
Dibujado el escenario de este año, en el que se apreciará una mínima reducción del déficit en relación al anterior, el panorama que se abre a partir de 2016 tampoco es muy favorecedor. De un déficit conjunto del 1,5 o el 1,6% este año las autonomías lograrán reducirlo a otro de un 0,6 a un 0,9%, pero esa minoración del agujero se va a deber fundamentalmente a los más de 7.000 millones de financiación adicional que el Gobierno de Mariano Rajoy ha presupuestado para las entidades territoriales. AIReF prefiere ver el vaso medio lleno y asegura que "cada autonomía es un mundo" y sí habrá "algunas que acometan esfuerzos y reduzcan el déficit por méritos propios". Citan el caso de Baleares, cuya presidenta, la socialista Francina Armengol, "ha presentado un proyecto de Presupuestos en el que se aprecia una clara voluntad de cumplir con la estabilidad presupuestaria". Otras regiones, sin embargo, "dan la sensación de haber tirado la toalla", aunque fuentes del organismo prefieren no ir más allá y eluden pronunciar nombres concretos.
Respecto a la deuda regional, que superó los 250.000 millones de euros, las previsiones tampoco son halagüeñas. AIReF reconoce que "el pasivo empezará a decrecer a partir del año que viene", pero en ningún caso lo suficiente como para garantizar que en 2020 se sitúe en conjunto en el 13% del PIB, tal y como ha estimado el Ejecutivo. "Las situaciones entre unas comunidades y otras son muy diferentes. Hay incluso algunas que podrán cumplir con holgura, pero otras se quedarán muy lejos", apuntan desde allí. Sus estimaciones llegan a 2024, y para entonces ese pasivo seguirá superando los 200.000 millones, más del 19% del PIB.
Por todas estas circunstancias, la Autoridad Fiscal conmina a Hacienda a exigir más medidas a las autonomías para poner coto al déficit y al pasivo. Respecto al déficit, y desoído su consejo de objetivos asimétricos, reclama que Montoro esboce planes plurianuales para hacer más creíbles los objetivos de ajuste y adaptar ese camino a la coyuntura y circunstancias de cada una de las autonomías.