Los presidentes de las Comunidades Autónomas expresaron ayer toda su admiración y reconocimiento al trabajo de Juan Carlos como Jefe de Estado. Salvo el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, que rechazaron hacer una valoración del reinado de Juan Carlos y aprovecharon la abdicación para reclamar más soberanismo, el resto de los líderes autonómicos agradecieron la labor desempeñada por el Rey en sus 39 años en el trono y mostraron su optimismo y esperanza con la nueva etapa que se abre en la Corona española.
"Habrá cambio de Rey en España, pero no en el proceso político catalán que nos llevará a votar en libertad el próximo 9 de noviembre", dijo ayer Artur Mas. El presidente de la Generalitat admitió que más allá del relevo generacional podría haber otras razones para la renuncia del monarca como consecuencia de las situaciones excepcionales que vive el Estado español. Mas deseó al Príncipe Felipe suerte, aciertos y éxitos como monarca e invitó al Estado a tener una "actitud de respeto mutuo, diálogo y leal colaboración" con Cataluña. Y concluyó: "Se abre una nueva etapa y, al igual que deseamos lo mejor para España, también deseamos lo mejor para Cataluña. Y eso pasa por poder decidir libremente su futuro como nación". Una idea que también defendió el expresidente Jordi Pujol al asegurar que el derecho de los catalanes a decidir su futuro en la consulta "no debe cambiar pese a la abdicación del Rey".
La reacción a la abdicación en el País Vasco fue poco comentada a nivel empresarial. Ninguna organización patronal vasca salió públicamente en el día de ayer a valorar la figura del Rey Juan Carlos y el lehendakari del Gobierno vasco Íñigo Urkullu aprovechó la noticia de la Casa Real para plantear un discurso en clave soberanista al reclamar un nuevo pacto que respete los "derechos históricos vascos". Urkullu evitó realizar balance alguno de los casi 40 años de reinado de Juan Carlos, recalcando que no era día para "valoraciones improvisadas", ni para hablar sobre las "luces y sombras" del monarca.
Insistió en que "la cuestión vasca no está solucionada" y ahora el "ordenamiento jurídico ofrece la oportunidad de actualizar e institucionalizar los derechos históricos vascos". El lehendakari manifestó que en el Estado español existe una triple crisis (institucional, territorial y económica) que sólo podrá solventarse "desde el acuerdo, desde la voluntad de pacto" para "edificar una nueva convivencia".
Felipe tendrá que jurar los fueros en los que se sustenta el Estatuto de Gernika una vez que asuma la corona.
Optimismo con Felipe
La mayoría de los presidentes autonómicos destacaron el trabajo del Rey en la Transición y elogiaron también su labor como embajador de España en el extranjero. "Gran arquitecto, que proyectó y ayudó a la ejecución de la puesta en marcha de la Democracia en España", así le definió ayer Pedro Sanz, presidente del Gobierno riojano. No obstante, también mostraron su confianza y esperanza con el futuro de la Casa Real. "Tenemos un doble sentimiento, nostalgia y agradecimiento y también un sentimiento de optimismo y de una enorme esperanza. Felipe será un excelente monarca", dijo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Pedro Sanjurjo, presidente de la Junta General del Principado de Asturias, mostró ayer su confianza en que la decisión de Juan Carlos "contribuya a reforzar la democracia española" y destacó la "experiencia" y la "capacidad" de Felipe. Por su parte, Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, señaló que el Príncipe de Asturias representa "la esperanza de futuro y garantía de continuidad en la prosperidad y estabilidad de España".
"Esperemos que tenga tanto éxito como su padre y siga manteniendo la democracia que hay, que es la mejor época de la historia de España que hemos vivido", afirmó Fabra desde Valencia. "Este relevo abre en España un tiempo nuevo liderado por una nueva generación que confiamos en que pueda ser mejor para todos los españoles", subrayó la presidente de la Junta Susana Díaz.
Desde Extremadura, José Antonio Monago dijo que todas las autonomías deben estar "unidas en este proceso sucesorio" que ha abierto el monarca y " a la altura de los retos que tiene España". E insitió en que en Don Felipe se debe "depositar ahora todos los sueños" porque es "sin duda la persona más indicada para garantizar la unidad de España y la solidaridad entre los españoles".