La apuesta internacional es un salto cualitativamente muy importante para el holding empresarial, pero Patricio Llorente tiene claro que sólo es posible desarrollarse fuera si hay actividad en España. "Nos viene bien un poquito de aliento. No pueden pensar que estos están atendidos fuera y aquí vamos a atender a otros, porque lo de fuera no se termina de consolidar si lo de dentro no funciona", advierte el directivo a las administraciones.
"Nosotros ya estábamos en las carreteras antes de que fueran autonómicas. Nos hemos endeudado para invertir y generar empleo en Castilla y León. Tenemos deuda, sí, pero es la que soporta ese empleo y para mantenerlo no es suficiente con la actividad en el exterior". Patricio Llorente se refiere así a la necesidad imperiosa de que se genere actividad en nuestro país, fundamentalmente a través del mantenimiento de las grandes infraestructuras puestas en pie durante los últimos años. "La compañía no ha tenido que recurrir a expedientes de regulación, en buena medida porque se han trasladado muchos empleados al exterior. Pero hay que volver a invertir, sobre todo en mantenimiento, que conlleva mucha mano de obra. Estamos de acuerdo en no gastar más de lo que podemos y de que las inversiones que se hagan tengan retorno pero no se puede dejar de invertir".
Pese a que el impacto de la crisis se ha notado en una buena parte de sus líneas de negocio (caída de la obra civil, subida del IVA del 7 al 21% en los gimnasios o el hachazo a las renovables), Llorente se muestra optimista. "No tenemos la fórmula de la Coca Cola pero si la del esfuerzo. Nosotros nos arremangaremos pero otros tienen que hacer las cosas de forma más meditada".
