Las grandes ciudades acotan el despilfarro en este sistema de
transporte. Los ayuntamientos dejan de ofrecer el servicio de forma gratuita, aparcan inversiones o buscan publicidad para financiarlo.
Las ciudades españolas echan el freno a los servicios de bicicletas públicos. La crisis económica está llevando a los ayuntamientos a replantearse el mantenimiento de estos sistemas de transporte, puesto en marcha en época de bonanza como alternativa a medios más contaminantes. En los últimos meses, diversos consistorios han optado por suprimir el servicio, acabar con su gratuidad, buscar alternativas a su financiación como el patrocinio y aparcar sine die inversiones comprometidas.
Barcelona, una de las ciudades españolas donde mejor ha cuajado el servicio, se encuentra buscando un sistema de esponsorización para los guardabarros de las bicicletas que financie parte del servicio, denominado Bicing, y minimice el déficit. Más de 122.000 barceloneses están abonados a este sistema de transporte público, por el que han desembolsado 44 euros para hacerse con el abono anual.
Según datos del Ayuntamiento catalán, los usuarios no llegan a cubrir ni el 25 por ciento del coste del servicio. El Bicing tuvo un coste total de 14,8 millones de euros en 2011, del que los usuarios sólo financiaron 3,7 millones de euros, según explica Ignasi Armengol, director de Barcelona Servicios Municipales (BSM). Para el directivo la evaluación del servicio "es muy positiva, ya que cuenta con muchos abonados y un alto grado de satisfacción, aunque no así tanto desde el punto de vista de económico, donde existe un déficit de explotación".
Patrocinio más cerca
Armengol explica que para que el servicio sea sostenible se ha de producir un equilibrio entre lo que pagan los barceloneses y el ayuntamiento, con la entrada de sponsors. "Hay interés por parte de diversas empresas y podría ser una realidad en el último trimestre del año", apunta. Según sus datos, los usuarios deberían sufragar el 40 por ciento del coste, frente al 25 por ciento actual. "Se trataría de pasar de unos 3,5 euros a 5,3 euros al mes, poco comparado con otros medios de transporte".
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