El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, ha decidido admitir el recurso presentado por el Gobierno italiano contra la sentencia que obliga a retirar el crucifijo de las escuelas públicas italianas al considerar que su presencia viola "la libertad de religión de los alumnos".
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, acogió con "satisfacción" el hecho de que "hayan sido acogidos los numerosos y articulados motivos" que Italia ha alegado contra esta sentencia.
El pasado mes de noviembre, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró que la presencia de los crucifijos en las aulas es "una violación de los derechos de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones" y de "la libertad de religión de los alumnos".