La llegada, del cineasta canadiense Denis Villenueve, promete ser la gran película del año capaz de concitar el aplauso unánime de la crítica y al mismo tiempo el favor de los espectadores que llenan las salas. Ambiciosa película de ciencia ficción, La llegada es un rendido homenaje a la importancia del trabajo de los lingüistas, donde hablar y cómo hablar tiene tanto misterio como los alienígenas. Trailer de La llegada
¿Imagina que doce naves procedentes de un lugar inhóspito toman distintos puntos de la Tierra y su Gobierno le encarga, ante el pánico que asola al planeta, descubrir sus intenciones? En primer lugar tendría que interpretar lo que dicen, y no de cualquier manera. Ha de ser un especialista de la lengua. Mejor dicho, de las lenguas. Alcanzar a entender si hay algo en común con el medio de expresión de un extraterrestre.
Eso es lo que le ocurre a Louise Bank, la protagonista de esta cinta, interpretada por Amy Adams, a quien se le encarga descifrar un idioma. Y es ahí donde las teorías de Comunicación se ponen en órbita y trazan la columna vertebral del filme y en el enfoque argumental del creador del nominado Incendies.
Basada en un relato corto de Ted Chiang, Villenueve se atreve a reconsiderar al mismo Noah Chomsky abordando la hipótesis Sapir-Whorf, según la cual existe una relación entre las categorías gramaticales del lenguaje que una persona habla y la forma en que la persona la entiende que la recibe la entiende. Lo dicho, un misterio que lleva a la joven lingüista a comunicarse con los extrarrestres y a descubrir este arcano.