Jean Auel pone fin a su saga prehistórica con un sexto libro

LONDRES (Reuters) - Mucho antes de que J.K. Rowling convirtiera a Harry Potter en un fenómeno editorial, otra autora llamada Jean Auel había lanzado una serie de superventas sobre la prehistoria, a la cual pone fin el martes con la publicación de su sexto libro.

"La tierra de las cuevas pintadas", una obra que ha sido lanzada en todo el mundo, es el último capítulo de la saga de los Hijos de la Tierra y sigue con Ayla mientras busca equilibrar su papel como madre y como líder espiritual.

La primera novela de la saga apareció en 1980 con "El clan del oso cavernario", en la cual una niña cromañón de cinco años llamada Ayla se queda sin hogar a raíz de un terremoto y es acogida por un grupo de neandertales llamado "El Clan".

Posteriormente, Auel publicó las obras de "El valle de los caballos" (1982), "Los cazadores de mamuts"(1895), "Las llanuras del tránsito" (1990) y "Los refugios de piedra" (2002).

Con una tirada de 45 millones de copias, esta serie de obras han convertido a Auel en una de las figuras más rentables en el mundo de los libros.

"Probablemente será la última (obra) de los Hijos de la Tierra", dijo la escritora estadounidense a Reuters en una reciente entrevista que tuvo lugar en Londres para hablar sobre el libro, publicado por el grupo editorial líder Random House en Estados Unidos y por Hodder & Stoughton en Reino Unido.

"Creo que ha tenido un buen final. Espero que os haga pensar un poco", añadió la autora de 75 años de edad que ha sido reconocida por su investigación obsesiva y sus pesados y abundantes tomos sobre detalles y descripciones de la época.

Preguntada sobre cómo se sentía dejando el mundo de Ayla, Auel comentó: "En realidad no he tenido que pensar sobre ello, así que intentaré evitarlo porque seguro que me pondría triste".

Pero Auel, que con 40 años era madre de cinco hijos cuando se le ocurrió la idea de escribir un cuento sobre el crecimiento de una joven hace decenas de miles de años, ya estaba pensado sobre lo que vendría después.

"Estoy pensado que podría ser divertido encontrar una era totalmente distinta, algo así como los comienzos de la agricultura", recalcó.

"¿Por qué pasamos de estar cazando y recolectando durante millones de años a poner semillas en la tierra para poner vallas alrededor de los animales y domesticarles?

COMIENZOS DIFÍCILES

Auel recordó los primeros días de los Hijos de la Tierra cuando cogió decenas de libros prestados de la biblioteca y trabajó por las noches mientras la historia se convertía en una obsesión.

"Los estuve cogiendo, estaba obsesionada y mis suegros estaban realmente molestos por ello porque pensaban que podría ser algo malo", agregó. "Ahí me encontraba yo despierta durante la noche y durmiendo durante el día, evitando a los amigos. ¿Puede que necesitase algo de ayuda?".

"Así fue hasta que conseguí que me publicaran un libro, entonces todo estaba bien porque los escritores puedan estar locos", señaló.

Auel escribió cerca de 500.000 palabras antes de poner fin a la saga y se dio cuenta de que sus escritos eran "terribles". De esta forma, la autora volvió a la biblioteca y cogió más libros sobre cómo escribir obras de ficción antes de abrirse camino a través de su copia original.

El materia siguió ampliándose, y pronto se dio cuenta de que no tenía un esquema para una sola novela, sino para seis. Aún así, la investigación de cada libro podría llevar años, incluyendo visitas a cuevas en Francia y España para estudiar pinturas prehistóricas.

La primera obra de Auel no fue publicada hasta que tuvo 44 años, pero el éxito de la saga la convirtió en millonaria.

Pero no todo ha salido como quería Auel.

La única adaptación de la saga a una película de Hollywood, protagonizada por Daryl Hannah como Ayla, fue un fracaso al recaudar menos de dos millones de dólares (1,4 millones de euros) en las taquillas norteamericanas tras su lanzamiento en 1986.

"Me quedé muy mal con esa película", explicó Auel. "Para mí fue un filme horroroso".

La autora dijo que nunca se le permitió entrar en la película como se le había prometido, y después de la amarga experiencia, Auel no quiso saber nada de Hollywood y pidió a sus hijos que se encargaran de cualquier adaptación al cine en el futuro.