Cine

La sección oficial de Málaga traspasa su ecuador con Molina Foix y Rodero

Málaga, 20 abr (EFE).- La sección oficial del decimotercer Festival de Cine Español de Málaga ha traspasado hoy su ecuador con la proyección de "El dios de madera", de Vicente Molina Foix, y "El idioma imposible", del debutante Rodrigo Rodero.

El escritor y crítico Molina Foix ha rodado, en su segunda película, lo que califica como "una especie de fábula sobre la llegada del nuevo mundo al antiguo".

"Nosotros somos el viejo mundo, seres con una cultura muy milenaria y muy nutrida de contenidos", y la llegada de ese "nuevo mundo", que son los inmigrantes, suscita distintas respuestas, "como la atracción y también el temor", ha afirmado en una rueda de prensa.

"El dios de madera" muestra una doble pasión amorosa en la que intervienen Yao (Madi Diocou), un senegalés que vende en la calle; el marroquí Rachid (Soufiane Ouaarab), que se gana la vida como peluquero; María Luisa (Marisa Paredes), una viuda que no olvida su pasado, y su hijo Róber (Nao Albet), que está enamorado de Rachid.

Para el director, aunque no es "una película social ni de alegato", sí tiene "un discurso y un fondo social en el cual transcurre la acción dramática, cómica y sentimental".

Le interesaba reflejar "las distintas miradas a los que llegan y también cómo ellos nos miran", ha dicho Molina Foix, que ha creado el guión a partir de un cuento que escribió en 1996, "cuando el fenómeno de la inmigración casi empezaba".

Asegura que "nunca" haría una adaptación al cine de una novela propia, "porque las novelas ya están escritas y son un mecanismo narrativo completo", mientras que un cuento "es distinto, porque éste sólo tenía nueve páginas".

Por su parte, Rodrigo Rodero ha dado el salto al largometraje, después de su carrera en el corto, con "El idioma imposible", un regreso al mundo de la heroína en los años 80 a través de la adaptación de la novela homónima del desaparecido Francisco Casavella (1963-2008), incluida en la trilogía "El día del Watussi".

Fernando (Andrés Gertrudix) trafica con anfetaminas en el barrio chino de Barcelona, donde conoce a Elsa (Irene Escolar), una joven con una personalidad autodestructiva que se convertirá en su mayor adicción.

Al tratarse de una trilogía "muy larga", Rodero consideraba que "lo más interesante era contar una pequeña parte, que era la historia de amor", y que lo fundamental era respetar "la atmósfera de Casavella, que mezcla mucho cierta poesía con un tratamiento real duro".

Aunque los 80 son una época "bastante tratada en el cine", el director quiso "huir de la visión un poco más frívola tratada hasta ahora", ha afirmado en rueda de prensa Rodero.

El título "hace referencia a las canciones que se oían en inglés en esos años, cuando la gente no las entendía pero se las imaginaban, y en la cabeza eran mucho más interesantes que cuando se enteraban de lo que iba la letra".

Sobre la adaptación de la novela, Rodero ha asegurado que es "la más dura" que ha hecho en su vida, porque Casavella "es extremadamente literario y poético".

"La novela tiene un tono tragicómico y nosotros hemos eliminado toda la comedia, pero sí hemos mantenido la atmósfera", ha dicho el director, que ha añadido que, pese a la dificultad, la adaptación ha sido "un proceso creativo precioso".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky