LONDRES (Reuters) - El británico Ronnie Biggs, quien robó de un tren postal el equivalente a 33 millones de euros hace 46 años, obtuvo la libertad por compasión el viernes por la mañana mientras permanece grave en un hospital.
Biggs, quien pasó 35 años como fugitivo, ganó notoriedad y algo de popularidad por evadir la captura en una huída ingeniosa y disfrutar luego de soleadas playas en varios continentes.
El sindicato de ferrocarriles señaló ante la prensa británica que Biggs "no era un Robin Hood" y que debió haber pasado el resto de su vida en prisión por su participación en un robo en el que un conductor del tren resultó gravemente herido.
Biggs, quien se encuentra delicado de salud en un hospital con neumonía, estará libre para celebrar sus 80 años el sábado, junto a amigos y familiares, 46 años después del atraco.
"Se han firmado los papeles (de liberación)", indicó una portavoz del ministerio de Justicia. Se espera que Biggs permanezca por ahora en el hospital, pero ya sin custodia.
Junto a otros 11 miembros de su banda, Biggs asaltó en 1963 un tren de correos en ruta de Glasgow a Londres y robó 2,6 millones de libras esterlinas, cerca de 30 millones de libras (unos 33 millones de euros) en dinero actual.
El crimen se conoció como "El Gran Robo del Tren".
El conductor del tren, Jack Mills, fue golpeado con una barra de hierro por un integrante del grupo y jamás se recuperó totalmente.
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Biggs fue atrapado y condenado al año siguiente, pero huyó de prisión 15 meses después usando una escalera de cuerda.
Tras su huída, pasó décadas como fugitivo, trasladándose a Australia, Panamá y Venezuela, antes de terminar en Brasil, donde su estilo de vida y su arrogante desafío a las autoridades británicas le convirtieron en una leyenda.
Biggs fue localizado en 1974 por un diario británico, pero se salvó por poco de la extradición desde Brasil debido a que su novia, la bailarina de striptease Raimunda de Castro, estaba embarazada.
El delincuente incluso apareció junto al grupo punk rock de la década de 1970 Sex Pistols, reconocidos por sus visiones contra el sistema, en el filme "The Great Rock 'n' Roll Swindle".
Biggs, ahora con 79 años, regresó voluntariamente en 2001 a Reino Unido y desde entonces ha estado en la cárcel, pero su deteriorada salud desató el debate sobre si debería reducirse su sentencia a 30 años.
El Gobierno aprobó su liberación tras escuchar que es muy poco probable que se recupere. El mes pasado había rechazado la libertad condicional con el argumento de que Biggs no mostraba arrepentimiento.
Michael, el hijo de Biggs y quien lo acompaña en el hospital cercano a la prisión de Norwich, en el este de Inglaterra, dijo que su padre, quien sufrió diversos ataques, no podía hablar, caminar o alimentarse por sus propios medios.
Pero señaló que su padre estaba "totalmente encantado" con las noticias.