Un grupo de chacales localizados en Etiopía y que se encuentran en peligro de extinción están sobreviviendo gracias a los geladas, un tipo de babuino que les permiten integrarse en sus manadas para mejorar su éxito en la caza.
Este extraño comportamiento ha sido descubierto por un conjunto de investigadores estadounidenses y por el momento no han llegado a una conclusión clara que explique esta relación. Al parecer, los lobos tan solo cazan el 25% de las presas cuando lo hacen por sí solos. Sin embargo, la cosa cambia cuando se integran entre los grupos de monos, llegando a cazar el 67% de los animales que intentan llevarse a la boca.
Los investigadores creen que el ruido que producen las manadas de los geladas podrían atraer a la superficie a las especies roedoras que se encuentran escondidas bajo tierra, poniendo en bandeja estas presas a los lobos. El estudio se llevó a cabo en la meseta Guassa, lugar donde conviven un total de 200 babuinos junto a una treintena de lobos. Por esta razón, es posible que los monos obtengan algún beneficio de esta relación, pero no existe evidencia de ello, según concluye el autor principal del hallazgo Vivek Venkataraman.
Sin embargo, en la misma zona también predominan perros salvajes que suponen un peligro tanto para los babuinos como para los lobos. Y es que los monos huyen en cuanto detectan la presencia de estos peligrosos perros. Un reacción totalmente contraria cuando se trata de los chacales: en el 70% de los casos, los babuinos cuando ven a un lobo ni se inmutan y por su parte, los cánidos nunca intentan atacar a las crías ni a ningún mono vulnerable.
El estudio realizado sugiere la importancia de esta relación para la supervivencia de los lobos. "Creemos que tiene implicaciones para la conservación de la especie, porque sugiere que el pastoreo de herbívoros en la zona, como las vacas, podría aumentar el éxito de caza de los lobos", asegura Venkataraman.
Los babuinos viven en democracia
